Escritora, académica de la Lengua

-Póngase a comparar el castellano y el catalán.

-Las dos lenguas son en sí mismas perfectas, sobre todo, para aquellos que tenemos la ventaja de amarlas por igual.

Carme Riera Guilera, mallorquina, es desde el pasado año la octava mujer miembro de la Real Academia Española (RAE). Profesora de Lengua y Literatura en la Autónoma de Barcelona, Riera cultiva la narrativa y el ensayo y su biografía está llena de premios. Tres como ejemplo: Premio Nacional de Narrativa (por su libro «En el último azul»), Premio Nacional de Literatura de la Generalitat Catalana y el Anagrama de ensayo. Forma parte del jurado que concederá hoy el premio «Príncipe de Asturias» de las Letras.

-¿Qué le falta al castellano que tenga el catalán, y viceversa?

-En castellano la lengua suena como un tambor, que decía Alfonso X. Lengua rotunda. El catalán tiene sordas y sonoras, y quizá suena más musical. Y el mallorquín, la lengua de mi tierra, es tan melódico y dulce que la gente canta más que habla. Cada lengua es una visión diferente del mundo.

-¿Y a la hora de soltar un taco, a qué idioma acude?

-Ufff... Depende de la contundencia. No sé si será muy académico concretar.

-Se lo ruego.

-Bueno, si insiste... El «cullons» catalán tiene fuerza, pero el «coño» en castellano no se queda atrás. Curiosamente, una referencia masculina y otra femenina. Había que preguntar a mi compañero de jurado Álex Grijelmo.

-Estamos muy preocupados de estudiar inglés y hasta chino, pero no sé si estamos olvidándonos del español.

-Es un drama, porque si no sabemos hablar bien nunca pensaremos bien. Yo lo paso muy mal en clase, porque es como si los chicos no comprendieran las palabras, no entienden lo que se les explica, no saben nada de historia o de geografía. El problema está claro que viene de la Primaria.

-¿Servirá de algo la LOMCE o lo estropeará aún más?

-No he leído el texto legal y no sé qué va a pasar, pero hay que hacer algo. Mis alumnos de tercero de carrera no saben en qué ciudad desemboca el río Tajo. «Lo miramos en internet», me dicen, pero es que la memoria se tiene que cultivar. La comunicación no puede reducirse a escribir mensajes por el móvil con quinientas faltas de ortografía. Todo este derrumbe no tiene más de quince años.

-¿Cómo arreglarlo?

-Con mentalidad. Que España piense que la educación es fundamental; pero, mire, es que eso no lo ha pensado nunca. Hay que partir de cero desde Primaria, porque no puede ser que los alumnos lleguen a la Universidad cometiendo faltas de ortografía graves. Yo, a los míos, los aviso. El que cometa faltas, suspenso.

-¿Y lo cumple?

-Por supuesto. Hay que poner barreras.

-¿Hay algo mejor para alguien que ama su lengua que ser miembro de la RAE?

-Es una suerte maravillosa, y más siendo mujer. Ya sabe, somos pocas. Seguro que en 2050 en la RAE habrá paridad.