Oviedo, M. S. M.

Un nuevo fragmento de cráneo neandertal desenterrado estos días en las excavaciones que el equipo de Marco de la Rasilla desarrolla en la cueva de Sidrón es hasta el momento la pieza más destacada de la presente campaña.

El hallazgo es importante porque, como parece deducirse del lugar donde fue localizado, podría formar parte del mismo cráneo del que el año pasado se encontraron otros tres fragmentos, un occipital y parietales. Añadir una nueva pieza, al parecer en bastante buen estado, en la que se pueden apreciar incluso las suturas de unión entre las distintas partes del cráneo, es para los investigadores una muy buena noticia. «De pertenecer al mismo individuo, permitirá acercarse mucho a completar la imagen del primer neurocráneo de Sidrón», afirma Antonio Rosas, responsable de los estudios de paleoantropología de los neandertales asturianos.

A su juicio, el nuevo hueso tiene un alto porcentaje de posibilidades de pertenecer al mismo individuo que los hallados el año pasado, lo que de ser así «indica que ese cráneo llegó entero y se rompió al llegar o pudo fragmentarse con el paso del tiempo y el peso de los sedimentos». Los expertos sopesan la posibilidad de que los restos óseos pertenezcan a un niño de entre 6 y 8 años, localizado en una zona muy concreta de la cueva, lo que aún está sin confirmar porque, de momento, no cuentan con la base del cráneo, parte que ofrece más pistas.

Las excavaciones también sacaron a la luz algunos otros huesos del esqueleto poscraneal y piezas aún sin limpiar que apuntan a algún fragmento de mandíbula. Pero otro de los hallazgos que tiene especialmente satisfechos a los arqueólogos es la localización de un conducto vertical justo encima de la galería del Osario, lo que, según Marco de la Rasilla, abre nuevas vías para dar con el lugar por donde entraron los fósiles en el yacimiento. «Con este hallazgo las posibilidades de encontrar el lugar donde vivieron o murieron aumentan», afirma. «Lo importante es que hemos dado con un conducto por el que los restos pudieron entrar». El paso siguiente será examinarlo para saber a dónde lleva y cuál es su longitud, lo que, dado su escaso diámetro, tendrá que hacerse con técnicas específicas.

La campaña de este año, desarrollada por primera vez durante el mes de junio, está siendo geológicamente muy fructífera. En otra zona próxima a la galería del Osario, a la que este año han extendido las investigaciones, también han podido comprobar la existencia de una nueva vía de entrada que presenta un gran tapón de huesos de osos.

Los trabajos en la cueva de Sidrón concluyen el próximo 29 de junio. Los restos óseos pasarán después al Museo de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, donde se desarrolla su estudio, limpieza y consolidación.