Gijón, L. P.

En los últimos años se han dado muchos pasos adelante, pero en los tiempos actuales «amenaza la regresión». El colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (LGTB) celebró ayer en Gijón su día internacional con la entrega de los premios de Xente Gay Astur (XEGA) y con una reivindicación clara: «seguir trabajando para acabar con la homofobia», porque, como ayer denunciaron públicamente los integrantes del colectivo, «aún sigue estando muy presente en el día a día, en el mundo laboral, educativo, con los vecinos y hasta con la familia».

El «Triángulo Rosa» de este año ha sido otorgado al programa «Ni ogros ni princesas», de la Consejería de Sanidad, por su trabajo «en la educación sexual desde el respeto a la diversidad sexual y de género». Julio Bruno, director general de Salud Pública, recalcó que «la igualdad de derechos es un factor de desarrollo, incluso económico», por lo que «la Consejería seguirá trabajando en esta línea como hasta ahora». El «Ladrillo Rosa», el «antipremio» de este año, ha recaído en el nuevo obispo auxiliar, Juan Antonio Menéndez, por su valoración «pecaminosa» de las relaciones homosexuales, «exigiendo que gays, lesbianas y bisexuales se mantengan en el armario como única forma de poder ser admitidos en el seno de la iglesia». El obispo, como todos los «antipremiados», no asistió al acto.