Asturias vela armas por Knopfler

Llega Mark Knopfler a la Laboral de Gijón (29 de julio, 22.00 horas). Y lo hace con su nuevo concepto en solitario. Knopfler ya pisó Gijón con los «Dire Straits» a principios de los noventa cuando la banda era la que dominaba los escenarios mundiales del rock. Una vez exprimida la carrera con «Dire Straits» arrancó otra en solitario que le ha dado sus frutos y que tiene su origen a mediados de los noventa en Dublín, entre otros escenarios célebres y celebrados por sus seguidores. Pero el invento que sacó a Mark Knopfler del anonimato fue sin duda «Dire Straits», grupo que a finales de los años setenta puso en boga eso que después decidió en llamarse rock orientado hacia adultos. Aunque el paso del tiempo mostró que no hay generaciones para la banda y que enganchó públicos de todos los sectores. «Dire Straits» fue el nuevo soplo en la gran crisis creativa tras los apoteósicos movimientos de los años sesenta y setenta.

Muchas décadas después, Mark Knopfler regresa a Gijón con «Privateering», que es un doble álbum con todo su arsenal de registros y melodías. Sonido «Dire Straits», blues y folki (folk con aire country, a veces; con su estilo celta, en otras ocasiones). Muchas facetas a visitar de este señor de la guitarra que ha dejado tal legión de afines y seguidores en todo el mundo que incluso hay «marcas Straits» por el mundo, como las hay de «The Beatles», «Stones» o «U2».

El próximo 29 de julio Mark Knopfler dejará impreso su estilo cálido, calmado y cargado de bellas melodías en la plaza de la Laboral de Gijón dentro de una gira española que comienza cuatro días antes en el Pueblo Español de Barcelona.

Un fiel seguidor de Mark Knopfler en Asturias es Ángel Miguel, que aporta su visión como músico del ex líder de «Dire Straits». Define a su ídolo como músico de medios tiempos, tranquilo pero de intensos recorridos por distintas variantes de la música, todas ellas siempre dentro de esos campos ya señalados líneas atrás. Ángel Miguel lidera «Real Straits» y con esa banda lo versionea y desfila, aunque de manera eventual, por diversos escenarios. El gusto por Mark Knopfler y «The Dire Straits» entró pronto en su cabeza: «Surgió desde que soy niño. Descubrí con 9 años el "Wembley 85", cuando la gente de mi edad estaba escuchando a los Pitufos. Fue un proyecto de vida a partir de los 9 años», explica este instrumentista que arrancó con la marca «Real Straits» en 2010. «Saben de mí algunos ex "Dire Straits", conocen nuestra existencia. Lo primero que hicieron fue bromear con la foto. Dijeron que si la música era como la foto...». Pero, añade, luego escucharon alguna versión que les agradó. Para Ángel Miguel (Oviedo, 1976), profesor de Geografía e Historia y Filosofía en el Colegio Loyola, la mayoría de los fans consideran a «Dire Straits» la «banda sonora de su vida».

Y si en seguida comenzó a escucharlos; en seguida acudió a verlos en directo». Ya los vi en El Molinón en el 92, yo tenía 15 años. Es más, en esa gira los vi primero el 13 de mayo en Madrid en el Calderón y luego en El Molinón. Ya tocaba la guitarra desde los 12 años», puntualiza Ángel Miguel, que relata a grandes rasgos su trayectoria musical. «Empezamos juntos Igor Paskual («Loquillo») y yo, nos intercambiábamos riffs de Mark Knopfler y Chuck Berry».

Y como buen seguidor también tiene su propia visión con «Privateering». «Es excesivo un doble álbum para este tipo de canciones; con las 12 mejores haría un elepé normal».

Y en cuanto a lo que plasmará en esta gira, no hay duda: «Lo veo en esa confluencia de folk, celta, country y de blues». Pero hay más secretos en la pasión de Ángel Miguel por Mark Knopfler, secretos que tienen que ver con «las armas» escénicas: «Llevo una colección de guitarras y efectos. Mis guitarras son tres números de serie cercanos a las de Knopfler por arriba y por abajo». Porque, puntualiza, el seguimiento a «Dire Straits» y Mark Knopfler «no es sólo por el sonido sino por estética».

Y cuando se le pide a un fan, que además es músico, que destaque tres canciones magníficas de «Dire Straits», no lo piensa mucho: «"Romeo and Juliet", "Brothers in Arms" y "Sultans of Swing". Porque la clave de Knopfler está en los medios tiempos.