Los científicos utilizaron «mosaicos»: ratones modificados genéticamente que portan prelamina A en la mitad de sus células. La ventaja que ofrecen los ratones mosaico radica en que viven lo mismo que los roedores normales y mantienen un cincuenta por ciento de células con prelamina A en todos sus tejidos.

Para facilitar el seguimiento de los dos tipos de células los investigadores «pintaron» con fluorescencia roja las células sin prelamina A.

Los hallazgos refuerzan las esperanzas en algunas de las estrategias que se ensayan para combatir el envejecimiento acelerado.