El ovetense Emilio Sagi, quien durante cinco años fue director artístico del teatro Real de Madrid, entre 2001 y 2005, sabe de lo que habla al comentar la destitución, anteayer, de Gerard Mortier, ya que su relevo se produjo «también de una forma rara, poco agradable», recordó, al igual que ocurrió con su antecesor en la dirección artística, el maestro García Navarro, y con su sucesor, Antonio Moral. «Todos entregamos a esta casa lo mejor que llevábamos dentro. No sé si nos equivocamos o no, pero dimos todo», reflexionó Sagi, que no entiende por qué los relevos en el Real son siempre traumáticos. «Pido a las instituciones que sepan que los artistas también tenemos nuestro corazoncito», afirmó tras presentar su «Barbero de Sevilla», con el que este sábado el teatro Real abrirá su temporada 2013-2014, diseñada íntegramente por el destituido Mortier. Sagi alabó la valía artística de Mortier, con quien siempre ha tenido una excelente relación, pero también la de su sucesor, Joan Matabosch, amigo suyo y «uno de los grandes directores artísticos que hay en estos momentos en el mundo».