Seis familias asturianas vivieron ayer un día de esperanza, con mirada de reojo al Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales. Allí, en Madrid, delegaciones ministeriales de España y la Federación Rusa mantuvieron la primera jornada de trabajo para desbloquear el convenio de adopciones entre ambos países. Un convenio que Rusia paralizó en agosto al no estar de acuerdo con algunas de las legislaciones españolas de familia.

Unas 35.000 firmas pidiendo un acuerdo bilateral definitivo fueron entregadas anteayer en Madrid. Cientos de parejas españolas han iniciado los trámites de adopción en Rusia. Unas cuantas decenas ya conocen a sus hijos y están a la espera de que se les convoque al preceptivo juicio, la condición necesaria para venirse con el niño/a. Son sin duda los que peor llevan esta situación de espera.

Una de las seis familias asturianas tenía fecha de juicio para la próxima semana en tierras rusas. Quedó aplazada a la espera del acuerdo. Fuentes del Ministerio de Sanidad confirmaron ayer las buenas expectativas, aunque la aspiración de Rusia para que el seguimiento hasta los 18 años de los niños rusos adoptados en España tenga efectos retroactivos no va a ser aceptada por la Administración española.

La angustia de las parejas españolas no sólo es consecuencia de la incertidumbre. La legislación rusa permite que esos niños reconocidos ya por sus padres adoptivos españoles puedan pasar a ser adoptados por parejas rusas mientras el proceso esté bloqueado. Hasta la fecha no se ha conocido ningún caso, pero puede suceder.

Rusia pone impedimentos a la adopción en aquellos países que, como España, contemplen el matrimonio homosexual, ilegal a todos los efectos en la Federación Rusa. Los rusos tampoco permiten la adopción por parte de personas solteras por entender que puede ser un resquicio para sortear la ley.

La Administración regional colabora. Asturias era una de las autonomías que no había querido firmar un documento planteado desde el Ministerio de Sanidad por considerarlo no acorde con la ley. Tras algunos cambios formales, el asunto para haber entrado en buena vía. El manifiesto pretendía dar garantías a la Federación Rusa, pero ese texto por sí solo no parece suficiente para que los jueces rusos den el visto bueno a las adopciones.

Se estima que unas 500 familias españolas están a la espera de acontecimientos, y más de un centenar con todos los requisitos, a la espera del visto bueno judicial y, en algunos casos, hasta con los billetes de avión reservados.