Oviedo, Eduardo GARCÍA

El mundo de la cultura asturiana se mueve desde hace años entre ayudas oficiales mínimas, circunstancia que, sin embargo, no ha conseguido bloquearlo. Una buena noticia, plasmada ayer en el Congreso de Cultura Asturiana Mozo 2013, celebrado en el auditorio Príncipe Felipe, en Oviedo.

Ponentes del mundo de la literatura, la investigación, el teatro, la dinamización cultural, el mundo folk, el sector audiovisual, internet o la radio, entre otras actividades, lograron llevar a cabo el primer gran chequeo a la cultura asturiana, un universo etéreo en el que pueden estar comprometidas más de 5.000 personas en la región, pero que, tal como se constató, tiene en conseguir una mayor visibilidad su gran asignatura pendiente.

El congreso fue abierto por la directora xeneral de Pollítica Llingüística, Ana María Fueyo, y sirvió para destacar el valor de la contemporaneidad. «Hay mucho más de lo que parece», declara Xuan Xosé Sánchez Vicente, profesor, escritor, político, articulista y una autoridad en el mundo de la cultura asturiana. Dos datos: las bandas de gaitas en la región agrupan a más de 3.000 personas, en su mayoría jóvenes, entre músicos y estudiantes. Y en estos momentos funcionan unos 150 blogs en asturiano.

«Pero hay un techo de cristal, porque falta un marco institucional de apoyo, y ese marco lo tiene que prestar la Administración», señala Sánchez Vicente. No se trata de dinero (que también), sino de una actitud: «Una posición más activa a la hora de decir: asturianos, miren para esto que se está haciendo aquí».

Por el congreso pasaron a lo largo de la mañana un centenar de personas. Entre los ponentes, los radiofonistas Naciu Varillas, Xurde Morán y Kike Carballeira; los gaiteros Bras Rodrigo, Aitor García, Javier Pellico y Miguel Álvarez Solares, y la escritora Laura Marcos, que pedía ayer más puntos de encuentro frente a «la falta de visibilidad» y, por tanto, «falta de lectores» de la producción literaria en asturiano.

«No dejan de salir escritores jóvenes, pero su problema es el problema de los jóvenes en general en Asturias: precariedad y movilidad obligada», el cóctel perfecto para que muchos con ganas y capacidad para escribir «eviten plantearse cosas más ambiciosas».

Pablo Quiroga habló de su proyecto Algamar, una productora musical convertida en auténtica plataforma cultural, y Xesús González explicó el proyecto Softastur, uno de los que junto a Asturies.com sirven de ejemplo a la joven modernidad asturiana en la red.

El músico Bras Rodrigo se felicitó de que en estos momentos Asturias tenga unas 30 bandas de gaitas consolidadas, y se lamentó de que «desde que el Principado tiene competencias en Cultura, hace más de 30 años, jamás existió una subvención específica para bandas de gaitas», que si quieren ayudas -a veces para ejercer de embajadores culturales fuera de España- tienen que apuntarse a las subvenciones de interés regional «y competir con una peña de mus, por poner un ejemplo».

En relación con la música propia, «en Galicia o en Andalucía lo entienden bien, y ahí sí que se apoya». Cuando el Ayuntamiento de turno quiere y puede surgen ayudas. «Lo único bueno de la falta de subvenciones oficiales es que al menos no tenemos que aguantar el intrusismo de los políticos», dice Bras Rodrigo. La idea de los organizadores, Fundación Nueva Asturies y asociación cultural L'Arribada, es repetir la experiencia.