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El acelerador del talento adolescente

El ovetense Luis Iván Cuende, de 18 años, impulsa con dos socios de 16 un negocio de tarjetas de fidelización y organizará el premio al mejor "hacker" joven de Europa

Por la izquierda, Jorge Izquierdo, Luis Iván Cuende y Néstor Palao.

Luis Iván Cuende se ha hecho mayor. Mayor porque con 18 recién cumplidos ya se tiene una edad en el universo de los emprendedores tecnológicos adolescentes. El joven ovetense ha exprimido al máximo los suyos para llegar a la mayoría de edad acelerando, con mucho más que un título de Bachillerato en un currículum de adulto que cuenta que a los 12 inventó un sistema operativo de referencia, "Asturix"; con 16, fue elegido mejor "hacker" adolescente de Europa, y a los 18 va al menos por el tercer lanzamiento de empresa innovadora de contenido tecnológico. Acabó el Bachillerato en el Colegio Auseva, se mudó de Oviedo a Madrid y ahora, con apenas un mes de mayoría de edad y toda una vida de proyectos virtuales por delante, ya es el "veterano" en el trío de socios que impulsa su plan más reciente, "Cardwee", una tarjeta de fidelización de clientes de establecimientos comerciales y de hostelería que se lleva en el móvil y se sincroniza "en tiempo real" con la tienda.

Cuende, 18 años cumplidos del pasado 26 de septiembre, acaba de lanzar el proyecto junto a dos colegas en el emprendimiento precoz, los madrileños Jorge Izquierdo y Néstor Palao, que sólo tienen 16 y hoy son él hace unos años. Compatibilizan la Secundaria sin entusiasmo con la dirección apasionada de una plataforma de software y se conocieron, dónde si no, en Twitter. "Tenemos perfiles que se compenetran", confirma el asturiano.

Adalid de una teoría que denuesta por "arcaico" y "desactualizado" el sistema educativo español, apadrina además otro proyecto de aliento de la iniciativa y el talento adolescente. Él, que fue elegido mejor "hacker" europeo menor de 18 años en 2011 y fue juez en el certamen de 2012, no se ha resignado ante la decisión de dejar de celebrarlo que ha tomado la compañía organizadora, "HackFwd", una de las aceleradoras de empresas tecnológicas más importantes de Europa. Por eso ahora va a organizarlo él. "Como al final Asturix fue un ejemplo de cómo personas jóvenes pueden sacar proyectos adelante", explica, ahora "pivotará" para convertirse en plataforma de lanzamiento. "Se dedicará más a promover el emprendimiento joven, a seleccionar los mejores programadores de Europa de 18 a 21 años" y a hacerse cargo de la organización de "HackNow", el concurso de hackers adolescentes, de piratas buenos, en el que a Cuende empezaron a llamarlo, contra su voluntad, "El Bill Gates español". Cuende y los suyos tienen el apoyo del anterior promotor, el empresario alemán Lars Hinrichs, y él espera poder ponerlo en marcha a comienzos de 2014.

Duerme, aunque no para siempre, el diseño del primer banco español de "bitcoin", la moneda virtual de pago electrónico, pero Cardwee avanza. La web que promociona sus tarjetas de fidelidad, de puntos y descuentos en negocios y comercios, deja ver desde el lenguaje del mensaje de partida la edad de sus promotores: dice que propone una solución "ideal para los negocios, guay para los usuarios". Que no se pierde, porque va en el móvil; que ofrece al cliente información del comercio "en tiempo real" y al negocio "analíticas" permanentes de consumo. La lanzaron en julio y han llegado a noviembre en plena etapa de promoción una vez que el desarrollo ha funcionado y en un solo día, "cuando salí en Telecinco", seiscientos negocios rellenaron un formulario de preinscripción. En su empresa, los tres adolescentes empastan, apunta. "Es la primera vez que trabajamos juntos y tenemos perfiles distintos", pero los tres combinan bien en la coctelera de arrojo emprendedor y agudeza cibernética que ha hecho a Luis Iván ser lo que es.

Se intuye en todos sus proyectos muy divergentes entre sí ese hilo invisible tejido por la edad de socios que no llegan o rebasan por poco la frontera de la mayoría de edad. Pasa en Cardwee igual que en Asturix, donde trabajan doce personas, "todas de mi edad". Sucedió también con Holalabs, el proyecto de escritorio virtual que desarrolló el plan ganador del HackNow y que Cuende puso en marcha con otro socio de 16 años. Fracasó, sí, pero fracasando "aprendí más que en cualquier máster", asegura.

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