El área ambulatoria del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que ocupa una superficie de 50.000 metros cuadrados, el 26 por ciento del complejo, atenderá a unos 600.000 pacientes al año, ha destacado hoy la Consejería de Sanidad.

El nuevo HUCA ha recibido hoy, por primera vez, a una veintena de pacientes con linfomas, tumores de mama, digestivos y del sistema nervioso central, que han acudido para revisiones o comprobaciones.

El objetivo es que los tratamientos comiencen a partir del próximo lunes, día 27, con lo que en un plazo de 3 o 4 semanas los dos aceleradores en turno de mañana funcionarán a pleno rendimiento y paulatinamente se irá aumentando la actividad.

El tercer acelerador estará calibrado y listo para su uso en marzo, ha precisado Sanidad.

El servicio de oncología radioterápica, en el que trabajan 70 profesionales, atiende anualmente a cerca de 2.200 pacientes, a los que se sumarán aquellos con patologías que hasta la fecha se trataban fuera de la comunidad y que próximamente se beneficiarán de la puesta en marcha de la radiocirugía en el nuevo centro sanitario.

El jefe de servicio, Luis Olay, ha explicado que se trata de una técnica pionera en Asturias, empleada para la erradicación de pequeños tumores intra o extra-craneales, que puede reducir la duración del tratamiento de una media de 4 a 6 semanas a un máximo de una.

En el caso de los aceleradores, se trata de tres equipos de alta generación en los que se han invertido 13,6 millones de euros.

Según la Consejería, incorporan el uso de imágenes y técnicas de tratamiento más innovadoras, menos invasivas y, por lo tanto, más eficaces y seguras para los pacientes.

El servicio de radioterapia del nuevo HUCA contará con un cuarto acelerador que será trasladado desde el actual hospital.

Posteriormente, en febrero, comenzarán a funcionar el primer equipo de radiología convencional, los dos nuevos mamógrafos y las tres nuevas resonancias.

La mamografía también dará un "salto cualitativo" en el nuevo HUCA a partir de febrero, ya que el hospital cuenta con dos nuevos equipos digitales, uno de los cuales incluirá la técnica conocida como tomosíntesis, que consiste en la realización de mamografías tridimensionales.

El tercer equipo de mamografía adquirido y que se incorporará posteriormente es un sistema de biopsia avanzado.

Asimismo, a finales de febrero o en las primeras semanas de marzo está previsto que se ponga en funcionamiento el PET-TAC, un equipo que hasta el momento no está disponible en la sanidad pública asturiana y que se emplea no sólo para el diagnóstico de patologías, especialmente tumores, sino también para planificar la radioterapia con mayor precisión.

La inversión total en renovación de los equipos de diagnóstico por imagen supera los 13 millones de euros.

El programa prevé el traslado del departamento técnico del Instituto Nacional de Silicosis (INS) también a finales de febrero o en las primeras semanas de marzo.

En una fase posterior se irán incorporando el resto de los servicios en función de la complejidad y de las necesidades asistenciales, de manera que en el primer semestre del año el hospital haya culminado su proceso de traslado y pueda trabajar a pleno rendimiento.