Polonia vive desde hace días pendiente del culebrón protagonizado por su último presidente comunista, el general Jaruzelski, después de que su mujer asegurara a los medios de comunicación que su marido, con 92 años y postrado en la cama, ha iniciado una relación con la enfermera que lo cuida.

El general Jaruzelski, último dictador de la Polonia comunista, se enfrenta al divorcio después de que su mujer, Bárbara, dijera que había sorprendido a la enfermera que le atiende desde hace años "con la cabeza bajo las sábanas de la cama". La todavía esposa del militar, de 84 años, está convencida de que el general "ha perdido la cabeza" por la enfermera después de que ésta lo sedujera.

En una entrevista con el tabloide polaco "Fakt", el diario más leído del país, la mujer asegura que ésta es la primera crisis en 53 años de matrimonio y explica que hace cuatro meses preparó junto a su abogado todos los documentos de divorcio. "Si mi marido no se libra de esta mujer, iré al Juzgado y pediré el divorcio", advierte.

"Sé que nuestro círculo no aprobaría nuestro divorcio, pero es una cuestión de dignidad para mí", añade. Bárbara culpa de todo a la enfermera, de algo más de 50 años y que desde hace cinco pasa cada día varias horas cuidando al general debido a su delicado estado de salud.

"Mi esposo dice que me he vuelto loca, pero eso no es cierto, sé lo que he visto", dice Bárbara. Según el diario "Fakt", Bárbara Jaruzelska lleva meses sufriendo la presencia de una mujer que poco a poco se hizo dueña de su casa y que incluso ha conseguido convencer al general para que le pase parte de su pensión. Bárbara acusa a la enfermera de ser una "una manipuladora" y una "conspiradora", de "llorar constantemente" para evitar su despido y de haber seducido a su marido con golosinas y tacones altos.

El general Wojciech Jaruzelski fue el último presidente de la Polonia comunista, hasta que el régimen cedió a las presiones sociales y al empuje de Solidaridad, el sindicato liderado por Lech Walesa. La justicia lo ha acusado de diversos delitos y lo ha enjuiciado en varias ocasiones, en particular por imponer la ley marcial en 1981, aunque nunca ha sido condenado.