El arqueólogo Mario Menéndez, profesor de Prehistoria de la UNED, que investiga desde hace años la evolución paleolítica a través de los estratos de la cueva de la Güelga, en Cangas de Onís, habló ayer en el RIDEA del "alto interés arqueológico del valle del Sella, "no sólo lugar privilegiado y emblemático para la Historia, sino también para la Prehistoria".

El profesor Menéndez, con una amplia experiencia arqueológica y producción bibliográfica, recordó que en 2014 se cumplen treinta años de investigaciones del equipo que dirige, que comenzaron en 1984 con la excavación de la cueva del Buxu. Una tarea realizada en colaboración con otros equipos, como los deFernández Tresguerres o Alfonso Moure. "Hemos intentado una comprensión global de los grupos de cazadores y recolectores que hicieron de este valle su ambito geográfico anual".

Menéndez, que tituló su conferencia "Neandertales y humanos modernos durante el Paleolítico en el valle del Sella: treinta años de investigaciones arqueológicas", destacó el modelo de territorialidad entre los últimos neandertales y los primeros humanos anatomicamente modernos y, sobre todo, la constantación de los avances cognitivos de estos últimos, plasmados en el arte rupestre (Tito Bustillo). "Estas manifestaciones de los inicios del Paleolítico superior, podrían definirse como comportamientos protorreligiosos, con paralelos en otros núcleos prehistóricos europeos, y darán paso al gran arte paleolítico como relato y expresión de una construcción colectiva mucho más elaborada".