Las matemáticas son "la clave que permite comprender el mundo real de manera operativa, cuantitativa, con resultados verificables". Juan Luis Vázquez Suárez (Oviedo, 1946) tomó ayer posesión de su plaza en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, para la que fue elegido en mayo del pasado año. Y lo hizo con una lección magistral, que tituló "Senderos de la ciencia. Del operador laplaciano a los procesos difusivos no lineales", que fue contestada por el también académico Jesús Ildefonso Díaz Díaz.
El matemático asturiano ingresa, así, en la institución -a la que también pertenecen otros dos ilustres científicos y profesores del Principado, como Margarita Salas y Carlos López Otín, ambos presentes en el solemne acto- para cubrir la plaza de académico (medalla n.º 6) de la sección de exactas, que dejara vacante tras su fallecimiento Gregorio Millán Barbany.
Juan Luis Vázquez, que siempre ha mantenido que su disciplina "tiene mala prensa porque se ha enseñado mal", volvió a incidir en la importancia de las matemáticas para entender el mundo: "El objetivo de la ciencia es tratar de explicar el mundo, y los dos pilares de la ciencia son la experimentación, el laboratorio, y la explicación matemática, el código matemático. Hoy en día esto es fácil de entender para la gente, porque detrás de cualquier ingeniería hay montones de matemáticas y es imposible mandar información codificada sin saber matemáticas. La información es un concepto físico, ingenieril, pero el código a través del cual se transmite la misma son las matemáticas. Las matemáticas están continuamente presentes, ayudando a la ciencia y a la tecnología a expresarse. Son como el lenguaje".
Vázquez considera que España, en materia de matemáticas, "empieza a ser, sobre todo desde que nos unimos en el 85 a la entonces llamada Comunidad Económica Europea, alguien en el contexto mundial. ¿Lo conseguimos? Pues, el partido está jugándose", dijo, antes de asegurar que cree firmemente que "España puede y debe participar en el mundo global de la excelencia científica si se unen la inteligencia, el esfuerzo y el buen gobierno para resolver los problemas del presente".
El de ayer fue para el profesor "un día solemne", en el que agradeció "la benevolencia con que esta ilustre Academia", así empezó su discurso, "ha tenido a bien considerar mis menguados méritos, quizás en atención al amor constante que he profesado a la ciencia matemática y a la solicitud que he dedicado a la empresa de hacer avanzar esta ciencia en nuestro país".
El matemático asturiano, que en la actualidad es el titular de la cátedra de Matemática Aplicada en la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Madrid, explicó en su brillante intervención "uno de los aspectos que forman parte del código matemático en el cual se asienta el desarrollo de la técnica y, en particular, un concepto curioso que se llama el operador laplaciano, que forma parte de muchas de nuestras investigaciones". Y es que Vázquez se considera "un elemento más de la inmensa cadena de matemáticos, científicos e ingenieros que trabajan desde hace más de 300 años para hacer realidad el sueño de Galileo y Newton: explicar el mundo en clave matemática".
El solemne acto de entrada en la Real Academia de Juan Luis Vázquez estuvo presidido por el presidente de la institución, Alberto Galindo Itxare, y al mismo asistieron numerosos académicos, la esposa e hijos de Juan Luis Vázquez, Mariluz García, Isabel y Miguel; los rectores de las universidades Autónoma y Complutense de Madrid, José María Sanz y José Carrillo, respectivamente; el que fuera secretario de Estado de Universidades y rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el lenense Salvador Ordóñez; los catedráticos de Álgebra de la Universidad de Oviedo Santos González y Consuelo Martínez; el presidente de Editorial Prensa Ibérica, grupo al que pertenece LA NUEVA ESPAÑA, Francisco Javier Moll de Miguel, y el consejero delegado de EPI y director general de este periódico, José Manuel Vaquero.
