El pasado miércoles contemplamos con estupor el titular de LA NUEVA ESPAÑA "La impericia informática de la plantilla, obstáculo añadido al traslado del HUCA". No sabemos si la noticia es tan trascendente como para aparecer en portada, pero consiguió despertar en nosotros la necesidad de hacernos oír como parte de una mayoría silenciosa, por boca de los cuales parece que tanta gente habla.

Formamos parte de los primeros grupos que están asistiendo a la formación en el programa "Millennium" que implantará la historia electrónica en el nuevo hospital. No es una "utopía", sino el signo de los tiempos, y funciona en la mayor parte de los hospitales modernos de España y resto de Asturias. Dichas jornadas formativas transcurren sin problemas: todo el mundo pone el mayor interés y, lo que el primer día parecía dificultoso, los días siguientes nos iba pareciendo más sencillo. Todo normal gracias, sobre todo, al buen hacer de los compañeros formadores, que han invertido tiempo y esfuerzo para que este cambio culmine debidamente. Esta actitud general es todo lo contrario al obstruccionismo que se quiere transmitir por parte de algunos medios y algunos sectores que pululan por los ambientes sanitarios.

En el reportaje de páginas interiores del mismo día se habla de una "plantilla en tensión", y se añade: "La mayor parte de los trabajadores no está dispuesta a realizar esfuerzos suplementarios. No faltan los que en su fuero interno desean que el traslado sea el mayor fracaso de la historia". Confesamos desconocer si eso es cierto pero, si lo es, lo único que podemos sentir es vergüenza. Nos gustaría que, si esos trabajadores existen, lo manifestaran en su fuero externo porque no nos sentimos representados por ellos.

Nos llama la atención el concepto "elevada edad media de la plantilla del HUCA" que "dificultará el manejo de la historia electrónica". Parecería que sólo la juventud es un valor al alza y que, a partir de cierta edad, un profesional no sirve para nada. Lamentablemente, no podemos acogernos a prejubilaciones a los 50 años como en otras empresas, y tendremos que seguir al pie del cañón. Estos profesionales "de elevada edad media" han vivido muchos cambios a lo largo de su vida laboral y muchos de ellos manejan tecnologías mucho más complejas. En todo caso, si alguno tiene alguna dificultad, tenga la edad que tenga, nos ayudaremos y punto.

A los que quieren hacer de las vicisitudes lógicas del traslado al nuevo HUCA un instrumento político demostrando inmadurez e irresponsabilidad, les daríamos un consejo. Una cierta resistencia al cambio (muy humana en la dosis justa), incluso un ambiente de excitación ante un hito que no volverá a repetirse en nuestras vidas profesionales, no debe confundirse con desmotivación ni desánimo.

Todo el mundo de bien deseamos que el nuevo HUCA, que nos cuesta tanto dinero a los asturianos, sea un progreso. Con todas estas informaciones "alarmantes", los que estamos en la vida real vivimos incertidumbres en pacientes y usuarios. A todos ellos les decimos que estén tranquilos, que la inmensa mayoría de los que aquí trabajamos pondrán lo mejor de ellos mismos para que todo funcione normalmente.

En lo que nos toca, y en este trance, haremos como cada día gala de nuestra profesionalidad, sin impericia, sin desmotivación y sin obstruccionismo. No puede ser de otra manera.