Rusia ha autorizado por fin la firma del convenio de colaboración sobre adopciones con España, país que ya lo había aprobado el pasado mes de diciembre y que fija las condiciones y requisitos de las adopciones de menores rusos por parte de familias españolas. España será el primer país que llega a un acuerdo con la Federación Rusa sobre el texto del convenio de adopciones, a raíz de la modificación legislativa del Código de Familia ruso, realizada en julio de 2013.

El bloqueo de las adopciones ha afectado a unas 500 familias españolas, pero de ellas unas 150 ya tenían al niño asignado. Hay al menos dos parejas asturianas que, después de cumplimentar todos los trámites y de viajar a Rusia para conocer a su hijo, vieron cómo la política rompía todos los planes. En algunos casos, y a lo largo de estos últimos meses, jueces locales dieron a esos niños en tutela familiar a matrimonios rusos.

Desde que el pasado 20 de diciembre el Consejo de Ministros de España aprobara la firma del convenio sobre adopciones con Rusia, tras meses de intensa negociación, el Gobierno, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, no ha dejado de hacer gestiones para que este país diera luz verde al acuerdo. Se decía que Rusia iba a aprobar el convenio antes de que acabase 2013. No fue así. Finalmente, el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, ha autorizado la firma de este convenio en la reunión que celebró el Consejo de Ministros de Rusia el pasado jueves.

En España hay unos 12.000 menores rusos adoptados por familias españolas. El pasado año llegaron en adopción a familias españolas 479 menores. El coste medio de una adopción en Rusia es de 30.000 euros.

La Federación Rusa bloqueó el convenio porque, a su juicio, no se garantizaba que algún niño ruso no acabase bajo custodia de una pareja homosexual. El matrimonio homosexual no está legalizado en Rusia, país que lleva años de deriva homófoba.

En octubre del pasado año tuvo lugar en Madrid la última ronda de negociaciones, en la que España dio todas las garantías sobre el destino familiar de los niños rusos. Las familias se movilizaron en una asociación de afectados que logró reunir 35.000 firmas, que fueron entregadas en el Ministerio de Asuntos Exteriores, pidiendo un rápido desenlace de las negociaciones.

Fuentes diplomáticas señalaron ayer que la autorización de Rusia es una "muy buena noticia" y que esperan que el proceso "concluya lo antes posible", con el fin de que la entrada en vigor se produzca a la mayor brevedad posible. El convenio deberá ser refrendado por los parlamentos de ambos países, la Duma rusa y las Cortes españolas.