"Si algo une a la sociedad es la demanda de salud, pero no tanto la de conocimiento, que entre otras cosas es lo que hace posible llegar a combatir las enfermedades. Todavía no he visto una manifestación para demandar conocimiento". Ésta fue una de las reflexiones que ayer puso sobre la mesa el científico Carlos López Otín durante la charla que ofreció en el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) con motivo de su ingreso como miembro de honor en la institución. Una conferencia de más de hora y media en la que el catedrático de Biología Molecular disertó sobre "los secretos de la vida" y las capacidades que tiene la ciencia para tratar de desvelarlos.

Ante un salón de actos abarrotado, Carlos López Otín comenzó por el principio: "Todos y cada uno de los seres vivos provenimos de una misma célula primitiva, incluso Cristiano Ronaldo y Messi, aunque ellos no lo sepan. Esa célula aprendió a dividirse hace unos 3.800 millones de años y continuamente fue capaz de duplicarse: así empezó todo". El científico se esforzó a lo largo de toda la intervención en destacar que los conocimientos "sobre la vida, sus orígenes y sus secretos" han sido una incógnita "hasta hace muy pocos años".

Cosas impensables

El catedrático de la Universidad de Oviedo tiene muy claro que "ahora todavía no se sabe nada de todo lo que se puede conocer sobre la vida, pero es cierto que en los últimos tiempos se han producido avances espectaculares que seguirán sorprendiéndonos cada vez más con el paso de los años". Otín manifestó su confianza en el futuro y en la capacidad de la ciencia para buscar respuestas: "Ya no trabajamos sobre hipótesis, utilizamos una ciencia agnóstica llena de datos reales que son fruto de muchos años de trabajo".

El científico explicó que en los laboratorios "ya se están viendo cosas que jamás creeríamos que iban a existir". Señaló, por ejemplo, que en un futuro no muy lejano "habrá niños que nazcan de tres progenitores". Según explicó, "cada 30 minutos viene al mundo un bebé con una enfermedad mitocondrial para la que no hay solución" y esas enfermedades las transmiten las madres. Así, "lo que se puede hacer es coger una célula sana de una donante e insertarle el material genético intacto de la madre del pequeño para que desaparezca el problema". Otín afirmó que "en Inglaterra ya han nacido dos primates así" y que la medida "se va a aprobar en humanos". A juicio del científico, "antes de criticarlo hay que entender lo que supondrá todo esto".