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Los usuarios de Adepas celebran la inauguración de una exposición por el medio siglo de vida de la asociación

"Ellos nos ven a nosotros alegres y saben que ha pasado algo bueno, pero desconocen por completo todo el tema del juicio y la sentencia", explica el director del centro, Higinio Uría

Los usuarios de Adepas celebran la inauguración de una exposición por el medio siglo de vida de la asociación

Los usuarios de Adepas caminaban ayer por las calles de Noreña luciendo una gran sonrisa. Pero su alegría, imposible de disimular, no se debía a la sentencia que da la razón al colectivo tras más de año y medio de sufrimiento, ni al reconocimiento de que fue la administración la que erró en el proceso de contratación del acuerdo marco, ni siquiera a ese último gesto del Principado de renunciar al recurso. La alegría de los usuarios de Adepas, ellos sí totalmente inocentes de cualquier falta y ajenos por completo a las cuitas políticas, era porque iban a inaugurar una exposición fotográfica que repasa los 50 años de historia de la entidad, que nació en marzo de 1964.

"Ellos nos ven a nosotros alegres y saben que ha pasado algo bueno, pero desconocen por completo todo el tema del juicio y la sentencia", explica el director del centro, Higinio Uría. Los usuarios, de hecho, ni siquiera comentan la situación una vez que están dentro de la sala de exposiciones. Toda su atención está puesta en las fotografías, en las que se buscan incansablemente, orgullosos de formar parte de la historia de la asociación.

La muestra, compuesta por 50 fotografías y por reproducciones de documentos tan relevantes como el acta de creación de Adepas, ha sido promovida por Agustín Díaz y Pedro Caravia. Un repaso a la historia de la entidad que contempla también el conflicto con Bienestar Social por su exclusión del acuerdo marco, simbolizado por una fotografía muy especial: la multitudinaria manifestación por las calles de Noreña en la que los vecinos mostraron su respaldo a la asociación.

"Fue un momento muy especial. El sentir todo ese cariño, todo el apoyo del pueblo de Noreña, fue muy importante para nosotros y nos dio mucha fuerza", sostiene Uría. Pero los auténticos protagonistas de la muestra son los usuarios. Personas como Pedro Pérez, de 60 años y con nada menos que 40 en el centro noreñense, que apenas se reconoce en las fotos en las que aparece, muy joven él, en la exposición. O como Sabina Vega, que lleva desde los 6 años en la Fundación Rionda, y que ahora, con 53, aún recuerda a todos los compañeros que posaron junto a ella a las puertas del centro, para una foto de familia.

Unos usuarios que, en su inocencia, no son conscientes de la importancia de la sentencia para la historia de la asociación. Sólo están contentos porque han inaugurado una exposición.

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