La consejera de Educación, Ana González, ha enviado una carta a los directores de centros escolares aconsejándoles, "desde el más absoluto respeto a las competencias del profesorado y de los centros", que mantengan los libros de texto actuales pese a la entrada en vigor de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), que convivirá con la Ley Orgánica Educativa (LOE) hasta el curso 2017-18, fecha de su definitiva implantación.

La Lomce, también conocida como "ley Wert", comenzará a aplicarse el próximo curso en primero, tercero y quinto de Primaria y en la Formación Profesional Básica. Con este motivo, el ministro José Ignacio Wert ha aconsejado a los equipos directivos que cambien los manuales de la ley anterior por los nuevos, una recomendación que ha sido rechazada por doce autonomías, seis de ellas lideradas por el PP: Castilla y León, Murcia, Cantabria, La Rioja, Aragón y Valencia, esta última con matices, al igual que Navarra,

En la carta dirigida a los directores de los centros asturianos por Ana González, la Consejera explicaba que los equipos que trabajan en la elaboración de los currículos estaban todavía en fase de completarlos, lo que significa que "no podemos hablar aún de un 'currículo asturiano' y que, consecuentemente, resulte imposible tener disponibles los nuevos libros de texto adaptados".

Por otra parte, Ana González considera que los objetivos de etapa de la Lomce "son los mismos" que los previstos en la Loe. Y, además, desde el punto de vista económico, se vive "una etapa de crisis en la que muchas familias, demasiadas, pasan por dificultades económicas, mientras que el coste de los libros de texto es elevado".

La Consejera asegura en la misiva que varias asociaciones de madres y de padres se han dirigido a su departamento para pedir que se mantengan los viejos manuales "y creo que la escuela no puede permanecer indiferente ni alejada de los problemas y preocupaciones de las familias, que forman parte de la comunidad educativa y que, sin duda, son las primeras interesadas en la educación de sus hijas e hijos".

Ana González comunicó su decisión al presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE), a quien también trasladó su preocupación por el coste de los libros de texto.

Son los equipos directivos de los centros quienes, al final, tendrán la última palabra. La consejera asturiana no tiene ninguna duda de que "cada vez que un equipo o departamento realiza un cambio de libros de texto, lo hace movido únicamente por la mejora de los materiales del aula".

"Cuando hablamos de libros de texto, declaró Ana González el pasado mes de junio en Gijón, "hablamos de una decisión de los centros, no es la Consejería quien los pone o no, sino cada colegio o instituto. Hay centros y profesorado que no trabajan con libros de texto sino con otro tipo de material didáctico".