La Televisión Digital Terrestre (TDT) prepara una nueva mudanza para este otoño. En apenas tres meses, Gobierno, instaladores y comunidades de vecinos deberán dejar listo un proceso por el que algunas cadenas de televisión cambiarán de frecuencias para ceder el sitio a la telefonía móvil de cuarta generación (4G). El plan, impulsado por la Unión Europea, tendrá un coste de 250 millones de euros, según el Ministerio de Industria, por la liberación de estas frecuencias, conocido como "dividendo digital".
La reantenización necesaria para dejar vía libre a las telefónicas afectará a las comunidades de vecinos de tres o más viviendas. El Gobierno calcula que se verán afectadas diez millones de viviendas. Según Industria, no afectará a las casas unifamiliares. En Asturias hay unas 35.000 comunidades de vecinos con antenas colectivas a la espera de que el Gobierno apruebe el plan técnico de reordenación de la TDT para que se puedan iniciar los cambios necesarios.
Entre octubre y diciembre se liberará la banda de frecuencias comprendida entre los 790 y 862 megahercios, ocupada por parte de los canales de televisión desde el apagón analógico de hace cuatro años. Las compañías de telefonía móvil (Movistar, Vodafone y Orange) pagaron cerca de 1.800 millones de euros por usar esta franja radioeléctrica a partir del 1 de enero de 2015. Este "dividendo digital" tiene un gran valor para las telecomunicaciones porque, debido a que son frecuencias bajas, ofrece una mejor cobertura en el interior de los edificios y cubre con mejor calidad áreas más extensas, lo que permitirá el desarrollo de la banda ancha móvil. El presidente de la Unión de Consumidores de Asturias (UCE), Dacio Alonso, no "entiende" que el Gobierno "haya esperado hasta el último momento" para esta liberación del espacio radioeléctrico. La UCE considera que el coste de esta reantenización estaba incluido en el precio que las telefónicas pagaron en 2011 y que si España se precipitó en la implantación de la TDT no es de recibo que este coste adicional lo deban pagar los usuarios. Además, considera que el Gobierno "debe aclarar" qué se ha hecho con la partida que estaba destinada para los costes de esta nueva antenización.
Ante las prisas con las que se llevará a cabo está mudanza de la TDT, la UCE volverá a instaurar el Código de Buenas Prácticas que puso en marcha en 2010 con el apagón analógico. "Los usuarios podrán acceder en nuestra página web al registro de instaladores que siguen nuestro código, en cuanto a información y transparencia, para evitar a piratas que trabajen sin ningún tipo de control de calidad o garantía", asegura Dacio Alonso.
La UCE cifra el coste entre los 400 y los 500 euros por instalación, aunque en el peor de los casos se podría elevar hasta los 2.000 euros.
Para el instalador ovetense Roberto Álvarez, de Antenas Cofer, los cambios costarán entre los 300 y 500 euros por antena colectiva. Según el técnico, algunas casas individuales pueden enfrentarse a un problema de interferencias si se encuentran cerca de repetidores de banda ancha de la telefonía móvil. En estos casos, los usuarios podrán enfrentarse a unos gastos que irían de los 70 euros hasta los 200 si se trata de una casa grande. De cualquier manera, Álvarez asegura que las pruebas que se han realizado en Salamanca con la reantenización marcharon "bastante bien".
El asunto de las interferencias por estas señales de banda ancha es una preocupación de la Asociación de Usuarios de la Comunicación, que pide al Gobierno que aclare en qué circunstancias los afectados podrán reclamar si se ven perjudicados por este cruce de señales.
De cualquier manera, los televidentes asturianos pueden estar tranquilos, ya que mientras se lleva a cabo la transición las televisiones emitirán simultáneamente en las dos frecuencias para evitar que nadie sufra un apagón antes de tiempo.
