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"Estabilizar el HUCA y restaurar la ilusión", los objetivos de Matallanas

El responsable del área sanitaria de Oviedo cree imposible gestionar el Hospital desde "el ordeno y mando"

Blanco, ayer en la Junta, charlando con Dolores Carcedo. Nacho Orejas

El doctor Manuel Matallanas se estrenó ayer como nuevo gerente del área sanitaria IV (Oviedo) asistiendo a la inauguración del congreso nacional de la Sociedad Española de Base de Cráneo, especialidad en la que el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) es un referente, con un equipo que hasta hace unos meses dirigió Carlos Suárez, recientemente jubilado. Matallanas, vinculado desde hace casi cuarenta años al hospital, quiso que su primer acto oficial fuera uno médico y asistió con la bata blanca, que no se quitará pese a su nuevo cargo de gestor. "Es mi forma de estar en el hospital", indicó.

"Debemos desarrollar los múltiples pequeños problemas que tenemos. Una vez que estabilicemos el hospital y que desarrollemos el programa informático, pretendo restaurar la ilusión por su futuro", afirmó Matallanas en sus primeras declaraciones como responsable del área sanitaria.

El facultativo cree que el desarrollo de la Fundación para la Investigación e Innovación Biosanitaria de Asturias (FINBA), cuyo director científico será Carlos Suárez, va a tener mucho que ver con ese futuro. "Quiero que el hospital se configure con fórmulas de gestión nuevas que nos permitan atajar la demanda de una manera diferente, fundamentalmente diferente a la época de las ´peonadas´, y que nuestros profesionales salgan fuera y vuelvan con conocimientos adquiridos para desarrollar y potenciar el HUCA, es algo que quiero sembrar en este periodo de tiempo, que, como todo el mundo sabe, marca la legislatura".

Matallanas confirmó la dimisión de Antonio Álvarez como director general de Asistencia Sanitaria - "no hay ninguna otra que yo sepa, hasta ahora", añadió- , aunque se da por segura la de María Jesús García como directora de gestión. "La gran mayoría del anterior equipo quedará, hay cosas que debemos discutir y la dirección general de Asistencia Sanitaria se cubrirá, es un puesto muy importante, pero necesito tiempo", indicó.

Pese a que la atención informativa se centró en el nuevo HUCA, a la hora de enumerar los objetivos principales de su gestión Matallanas citó la atención primaria en primer lugar. "Más que un objetivo es una obligación, voy a dedicarle muchos más esfuerzos y trataré de hacer ver a todos, médicos y enfermería, que esta gerencia se va a preocupar de la atención primaria, que es relevante por sí misma y por la influencia que también tiene en el hospital".

Superar los "múltiples pequeños problemas que a veces irritan y molestan en el trabajo diario", y desarrollar el sistema Millennium, cuyo uso, en su opinión, se ha estabilizado, aunque hay que continuar desarrollándolo en las integraciones, son los primeros asuntos que abordará en el hospital. "Los profesionales tienen garantizado el diálogo; en realidad llevo año y medio largo escuchando, como responsable de la Oficina del Cambio del HUCA, y voy a seguir haciéndolo igual".

Médico del servicio de radioterapia, Matallanas ya tuvo responsabilidades de gestión en los años noventa, como director general del Insalud. "A priori, los facultativos reciben bien que el gerente sea un médico, pero eso para la gestión no es ni bueno ni malo. Lo más importante es que el gerente tenga una estructura y un equipo que sean capaces de transmitir y de comprender cómo funciona el sistema sanitario, que va mucho más allá de los corporativismos", indica.

Matallanas opina que la empresa sanitaria es, probablemente, "la más compleja que existe, donde la mayoría de los profesionales tiene una enorme capacidad de decisión y, por tanto, es imposible gestionar desde la verticalidad, desde el ordeno y mando, es una empresa que sólo se gestiona dialogando, consensuando y tratando de sustituir ejercicios de autoridad por liderazgo".

El consejero de Sanidad, Faustino Blanco, también presente en el acto, negó desavenencias entre su departamento y la gerencia liderada por Jaime Rabanal, de quien destacó su "dedicación, altura de miras, honestidad y esfuerzo" en los nueve años que estuvo vinculado al hospital. Atribuyó la responsabilidad de la decisión del relevo, que calificó de "modélico", al consejo de administración del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa). "Es habitual tomar decisiones que mejoren la organización". "Si se producen cambios en el nuevo equipo", añadió, "alcanzarán a aquéllos que sean críticos con la toma de decisiones. En este momento, cabe hablar del futuro. Nunca miro hacia atrás, tomo referencias de atrás para mirar hacia delante".

Blanco recibió mal la pregunta de los periodistas sobre el cansancio que anida en los profesionales del hospital. "Si lo están les transmito ánimo, es un gran proyecto en el que cabemos todos, también los cansados y los escépticos", señaló.

Calificó de "guiños que a veces son un poco peñizcos de monja" las críticas de la oposición a su gestión en un periodo, dijo, preelectoral. "Éste es un gran reto, es un hospital magnífico, de los mejores del mundo, y tiene que consolidarse y coger el ritmo de un hospital de esta complejidad".

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