El flamante gerente del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) , Manuel Matallanas, mantendrá hoy una reunión con un grupo de médicos "de base" que le expondrán, en síntesis, su preocupación ante lo que consideran "un progresivo deterioro de la asistencia" que se presta a los usuarios del complejo sanitario ovetense.
Los interlocutores de Matallanas son, en su mayor parte, facultativos que no desempeñan cargos de responsabilidad, pero que gozan de una cierta capacidad de liderazgo entre sus colegas y conocen al dedillo el funcionamiento del HUCA (particularmente las dificultades derivadas del traslado al recinto de La Cadellada, que entró en servicio el pasado 14 de junio).
El citado colectivo de médicos actúa bajo el paraguas de la Asociación Profesional de Facultativos del Hospital Central, una entidad sin estructura jurídica propia, que vive al margen de consignas políticas y sindicales. Creada en 1987, en el seno de lo que entonces era la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Covadonga, suele entrar en escena únicamente cuando sus dirigentes consideran que se ha sobrepasado alguna línea roja en aspectos básicos de su quehacer laboral.
Anteayer, martes, varios integrantes del grupo mantuvieron una reunión en la sede del Colegio de Médicos de Asturias con el fin de unificar criterios y concretar el elenco de disfunciones que llevarán ante el nuevo gerente del HUCA.
Según ha podido saber este periódico, en esta lista de quejas estarán incluidos aspectos como los problemas derivados del funcionamiento del programa informático Millennium, en especial para las unidades de cuidados intensivos del centro (UCI); las dificultades de conexión electrónica entre los diversos servicios y el laboratorio de análisis clínicos; o los perjuicios que para la atención a los pacientes está causando la escasez de efectivos debida a la política restrictiva de sustituciones de bajas y de cobertura de jubilaciones.
"Existe un consenso de que nadie vaya a hablar de cuestiones sindicales o problemas particulares", señalaron a este periódico fuentes del colectivo médico.
La reunión de hoy cuenta con el interés añadido de que será la primera vez que la Asociación Profesional de Facultativos del HUCA se reúna con Manuel Matallanas desde que éste asumiera la gerencia del Hospital -y del conjunto del área sanitaria de Oviedo- el pasado 25 de septiembre, en sustitución de Jaime Rabanal. Hasta ese momento, y desde enero de 2013, Matallanas dirigía la oficina del cambio, ente encargado de materializar el traslado del HUCA desde el viejo recinto del Cristo al nuevo de La Cadellada.
En realidad, Matallanas tiene su agenda de estos días plagada de primeros contactos con las diversas entidades relacionadas con su nueva responsabilidad. Ayer mismo, mantuvo una reunión con la denominada junta técnico-asistencial y con el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA).
Ahora bien, en el caso del encuentro previsto para hoy sucede que la Asociación Profesional de Facultativos confía en que la condición de médico de Matallanas -es especialista en oncología radioterápica- y su mayor -al menos sobre el papel- disposición al diálogo en relación con su antecesor, mejoren los cauces de relación entre el equipo directivo y los profesionales.
Asimismo, desean que la dirección conozca los problemas del HUCA de la forma más directa posible. "Somos respetuosos con los mandos intermedios, pero consideramos que podemos aportar una perspectiva complementaria", señalan las citadas fuentes de la Asociación de Facultativos.
Además de Manuel Matallanas, en el equipo directivo del HUCA es nuevo José Fernández Díaz, quien acaba de incorporarse a la dirección de Atención Sanitaria y Salud Pública, lo que significa convertirse en "número dos" tanto del área sanitaria IV como del Hospital. Asimismo, Yolanda Mínguez ha pasado de la subdirección a la dirección de gestión. La continuidad la encarna, hasta la fecha, Miguel Rodríguez, director médico del Hospital Central.
