"El mundo en que vivimos el 98 por ciento de los edificios en que vivimos es una mierda". Es la sentencia de Frank O. Gehry, premio "Príncipe de Asturias" 2014 de las Artes. El arquitecto afirmó que los edificios en los que habitamos son construcciones "sin diseño, ni respeto por la humanidad, por el juicio por nada, son malditos edificios y ya está".

La rueda de prensa de Gehry comenzó con una peineta, por la que luego pidió disculpas en reiteradas ocasiones, ante la pregunta de qué le parece que le enmarquen entre los "arquitectos estrella". No respondió y pasó a la siguiente pregunta, en la que mantuvo la tensión. Al ser interrogado sobre los edificios singulares contestó: "Dios Santo, déjennos en paz, nos dedicamos a hacer nuestro trabajo. Yo no tengo publicistas, no pido trabajo, simplemente si quieren hacer algo me llaman. No hagan preguntas estúpidas como esa".

Aún así el arquitecto desarrolló su discurso en el que reconoció que hasta que comprobó lo ocurrido en Bilbao con su obra más conocida en España, el Guggenheim de Bilbao. "No sabía que era posible que un edificio pudiese cambiar la sociedad, pero luego lo descubrí con Bilbao, la Ópera de Sidney, seguro que el Partenón tuvo su cometido en la sociedad griega de entonces", explicó.

"En Bilbao construimos un edificio con un presupuesto muy modesto, 80 millones en 1997 y los beneficios han sido tremendos", pero "no sé si se puede hacer eso en todas partes en cualquier momento", apostilló. En Bilbao cambiaron una ciudad "de la que la gente se iba tras sacar el título en la universidad porque no querían vivir allí, era una ciudad en la que la gente perdía sus trabajos".

Gehry repasó entonces su trayectoria en California y volvió a pedir disculpas. "Deben entender que estoy cansado, perdónenme".