Estaba en el aeropuerto de Barajas y de pronto cayó al suelo entre convulsiones y se murió a los pocos minutos sin que nadie lo atendiera por miedo a que estuviera enfermo de ébola. Sucedió el pasado sábado y ayer se conocieron los detalles del suceso.

Se trataba de un ciudadano nigeriano que había entrado en España con varias bolas de cocaína en su estómago. Procedía de Estambul y los síntomas que presentaba aconsejaron llamar a Sanidad Exterior para una valoración. En ese protocolo se perdieron unos minutos que condujeron al fatal desenlace.

Los médicos de Sanidad Exterior llegaron a Barajas y descartaron el ébola pero no dio tiempo al traslado del hombre a un hospital. Al parecer las bolsas de cocaína le explotaron en el estómago. El joven nigeriano portaba 460 gramos de cocaína en su cuerpo, repartidos en 28 cápsulas. El fallecido tenía fijado su domicilio en la localidad madrileña de Alcalá de Henares.

Fuentes de la Delegación del Gobierno, de la que depende Sanidad Exterior, se apresuraron a descartar que hubiera fallos ni dejación de funciones en este caso. AENA recordó que el aeropuerto tiene unos servicios médicos que fueron los que llamaron a Sanidad Exterior.