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El Principado tiene que pagar 45.000 euros por un contagio de hepatitis C

La infección pudo producirse en la hospitalización para una operación de rodilla o en una colonoscopia, señala una sentencia judicial

El Principado ha tenido que pagar 45.000 euros a un ovetense infectado por el virus de la hepatitis C. Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias así lo ha determinado, acogiendo de forma parcial la demanda del paciente, que en la actualidad tiene 68 años. No se sabe con certeza si la infección se produjo durante el periodo de hospitalización para el implante de una prótesis de rodilla o en el transcurso de una colonoscopia.

"Lo que más me indignó fue que la compañía aseguradora del Servicio de Salud del Principado (Sespa) insinuase que la infección podía haber sido culpa mía, por alguna conducta de riesgo o algo así, cuando la realidad es que nunca he bebido ni fumado y siempre he llevado una vida totalmente sana", declaró ayer a este periódico José Luis Álvarez Fernández, el paciente que llevó a la Administración sanitaria a los tribunales. El abogado del enfermo había reclamado al Sespa 110.000 euros de indemnización, en concepto de responsabilidad patrimonial.

Los hechos se remontan a 2009. En octubre de ese año, a José Luis Álvarez Fernández se le practicó la intervención de la rodilla en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). En febrero de 2010, se sometió a una colonoscopia con biopsia en el ambulatorio al que había sido derivado por su médico de cabecera. Fue en abril de ese mismo año cuando las pruebas hepáticas detectaron la presencia del virus de la hepatitis C, resultado que fue confirmado dos meses más tarde.

Los informes periciales coincidieron en indicar que el contagio no pudo producirse en la operación de la rodilla, dado que en la transfusión que se le realizó entonces se empleó sangre del propio paciente, quien había sido incluido en el programa de autotransfusión del HUCA. En el análisis acerca de si el contagio pudo tener lugar al efectuar la colonoscopia, la apreciación de los peritos "no es tan unánime", señala la sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia.

En cualquier caso, los magistrados argumentan que, según algunas estadísticas, "la única razón plausible para explicar la presencia del virus en muchos pacientes (67 por ciento o más) fue el antecedente de ingreso hospitalario los meses anteriores". Esta última hipótesis descansa sobre la posibilidad de que la transmisión de la enfermedad tenga como causas el instrumental, una desinfección inadecuada, el material endoscópico, guantes, compañeros, personal sanitario... Otros estudios citados en la sentencia indican que "la causa de infección había sido hospitalaria no transfusional en un 40 por ciento de los casos".

En definitiva, el tribunal estima que "la prueba practicada lleva a establecer el nexo causal entre la permanencia hospitalaria o, en su caso, la colonoscopia (...), y el contagio, pero en cualquier caso derivado de la estancia y asistencia sanitaria prestada, pues a ningún otro factor de riesgo cabe imputarlo".

Sea cual fuere la causa, José Luis Álvarez Fernández tiene muy vivo el tratamiento "muy agresivo" para la hepatitis C que requirió a lo largo de un año. En los últimos tiempos, los síntomas han remitido, pero continúa sometido a revisiones periódicas porque "el virus está ahí metido".

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