El día internacional de conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto se celebra desde 2005 cada 27 de enero. El objetivo es, según las Naciones Unidas, condenar sin reservas "todas las manifestaciones de intolerancia religiosa, incitación, acoso o violencia contra personas o comunidades basadas en el origen étnico o las creencias religiosas".

La liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau (Polonia) marcó el fin de la persecución y exterminio por parte de los nazis a los judíos europeos y otros colectivos.

Durante el Holocausto, Shoá -en hebreo- o "la solución final" -para los nazis- se exterminaron a alrededor de seis millones de judíos, muchos de ellos en campos de concentración distribuidos por toda Europa.

Sólo en Auschwitz se mató a más de 1,2 millones de judíos, según el instituto israelí Yad Vashem, más conocido como Museo de la Memoria del Holocausto de Jerusalén.

El primer campo de concentración nazi fue Dachau situado allí cerca de Múnich y lugar al que llevaron a judíos, comunistas, socialistas y liberales. Por ahí pasaron más de 200.000 prisioneros y murieron oficialmente unas 30.000 personas, aunque la cifra no está clara.