La incorporación al Museo de Bellas Artes de Asturias como obra invitada en los próximos tres meses de "La Virgen con el Niño", de Bartolomé Esteban Murillo, también conocida como "La Madonna Masaveu" por su pertenencia a la colección del grupo empresarial asturiano, ha convertido al pintor andaluz en indiscutible protagonista de estos primeros meses de 2015.

A este cuadro, que ocupa el lugar de honor en la sala barroca del primer piso del palacio de Velarde, se unen otros dos del artista, que forman parte de la colección del museo asturiano: "San Pedro" y "San Fernando", este último depósito del Prado. El discurso se completa con "La temprana carrera de Murillo", una obra de recreación histórica de John Phillip, de la Colección Pérez-Simón, en depósito en la institución, que puede verse en la segunda planta del mismo edificio.

"Estamos pensando conjuntamente en nuevos proyectos para Asturias. Las conversaciones son constantes", afirmó Ana González, consejera de Cultura, sobre la posibilidad de que la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, que gestiona la Colección Masaveu, continúe cooperando con el museo asturiano.

"Sin duda, la colaboración se extenderá, habrá que establecer y delimitar de qué forma", indicó Ana Martínez Obregón, directora de proyectos de la citada fundación.

"La Virgen con el Niño", pintada por Murillo entre los años 1660 y 1665, los de su primera madurez artística, fue adquirida por Pedro Masaveu Peterson en la sala Christie´s de Londres en 1992 y con anterioridad sólo se expuso en dos ocasiones: en el pabellón de Cementos Tudela Veguín en la Feria de Muestras, en 2003, y en la exposición sobre la Colección Masaveu inaugurada a finales de 2013 en Centro Cibeles de Madrid, exhibida durante buena parte del año pasado.

Begoña Blanco, restauradora de la colección, habló de los aspectos más característicos de la obra, la primera de más de una docena de versiones que pintó Murillo y de las que existen otras dos muy similares, una en el palacio Pitti de Florencia y otra, la denominada "La Virgen de El Escorial", en el Museo del Prado.

Se trata, explicó Begoña Blanco, de una "magnífica composición triangular, de gran equilibrio" en la que "la Virgen protectora nos presenta a su hijo en una actitud maternal, que es correspondida a su vez por el Niño, que la acaricia. Los ojos de ambos buscan al espectador".

En opinión de la restauradora, el maestro sevillano demuestra un gran manejo de la técnica, el color y la luz. "En los pliegues de los ropajes, las gamas de blancos y la sutileza de sus carnaciones que nos hace recordar a grandes maestros flamencos e italianos, conocidos sin duda por Murillo".

El museo ha aprovechado el protagonismo de Murillo para programar varias actividades, que incluyen conferencias, visitas guiadas y un ciclo de cine, destacó su director, Alfonso Palacio.

Ángel Tirado, profesor de Historia del Arte de la Universidad Complutense y comisario de la ya citada exposición de la Colección Masaveu, será el primer conferenciante. El próximo 10 de febrero hablará de Murillo, de la pintura religiosa en el Siglo de Oro y de esta "Madonna". El Bellas Artes ha editado un folleto con un texto sobre el óleo.

Dice Tirado, a propósito de "La Virgen con el Niño": "Constituye un magnífico paradigma de su producción, a la vez que de una iconografía poco arraigada en España que él abordó con frecuencia. Aunque se remonta a viejas convenciones bizantinas, la representación de la Virgen sentada con el Niño se vincula a la pintura italiana del Renacimiento, que, posteriormente, asimilaron y reinterpretaron los artífices flamencos".

Y añade: "Aunque su finalidad devocional resulta innegable, también encierra un trasfondo de emulación artística y competencia entre maestros de periodos distintos".

A la presentación, ayer, también asistieron Inmaculada González, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo y vicepresidenta del patronato del museo, y José Luis San Agustín, coordinador de la colección.