La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una marca turística oficial distinguirá a las mejores sidrerías de la región

El Principado aún no ha definido los requisitos para optar al sello, pero los expertos temen que sólo autorice bebida con denominación de origen

Eva Sandoval y Julio Álvarez, con el diseño "Sidrerías de Asturias". MARCOS LEÓN

Un distintivo verde seco con un diseño que evoca el escanciado de la sidra, sobre el lema "Sidrerías de Asturias, calidad natural". Este es el nuevo sello turístico aprobado ayer por el Gobierno regional, que se une a otras marcas como Casonas Asturianas, Mesas de Asturias y Aldeas de Asturias, con el objetivo de elevar el tratamiento a la bebida estrella en los establecimientos hosteleros de la región. La iniciativa, impulsada por la Consejería de Economía, pretende crear un marco de referencia para las sidrerías en Asturias, aunque aún no están definidos los requisitos que habrá que cumplir para optar al distintivo, según señaló ayer el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez.

"El objetivo es crear, con una imagen gráfica conjunta, un marco de referencia que sirva para prestigiar al sector", señaló Martínez. El sello podrá ser obtenido tanto por restaurantes como por bares que "por sus características singulares, compromiso con la calidad y cuidado especial del elemento diferencial del escanciado tradicional, se puedan presentar al mercado turístico como modelo de referencia de las sidrerías asturianas", señala el Gobierno regional.

Tras la aprobación del Consejo de Gobierno, el Principado registrará oficialmente la marca, y sólo después definirá las características concretas que deberán cumplir las sidrerías para obtener el distintivo de calidad.

La iniciativa, que pretende atraer clientes y mejorar la imagen turística del Principado de Asturias, ha sido acogida con satisfacción por el sector, a la espera de que se despejen las condiciones concretas para entrar en el "club" de sidrerías de máxima calidad. Algunos expertos, no obstante, apuntan a la posibilidad de que haya conflictos con el Consejo Regulador Sidra de Asturias, que exija que en estos establecimientos de calidad sólo se pueda vender bebida por ellos certificada.

"Es una iniciativa magnífica, pero habrá que ver qué requisitos se establecen. Si se opta por dar el sello de calidad a los establecimientos que solo vendan sidra con denominación de origen podría haber problemas, ya que la inmensa mayoría de la sidra que se vende y se produce en la región carece de esta denominación. Ni siquiera hay suficiente manzana asturiana para cubrir toda la demanda", señala Luis Nel Estrada, consultor gastronómico y ex director gastronómico de la cadena de sidrerías Tierra Astur.

La sidra de denominación de origen es además unos 50 céntimos más cara que la que carece de este sello distintivo.

Al margen de ese posible conflicto, Estrada considera que se trata de un sector que requiere "dignificarse" y opina que la marca de calidad es una vía para lograrlo. "Hay que mejorar el servicio y tratamiento de la sidra, que es un producto muy delicado, que requiere unas condiciones de temperatura, rotación del lote, escanciado y limpieza singulares, que deben cuidarse mucho y que tendrían que estar presentes en una marca de calidad", considera Estrada, que apuesta además por mejorar la formación de los escanciadores, con figuras como la del "maestro escanciador" o sumiller de sidra, capaz de servir la bebida regional en condiciones óptimas "y de asesorar en otros productos, otros tipos de sidra y bebidas derivadas de la manzana, así como en la oferta gastronómica afín". A su juicio, la utilización de escanciadores mecánicos no debería entrar en esta distinción de calidad.

Se trata de todo un mundo que los sidreros están dispuestos a explorar, según señalan profesionales como Pedro Caramés, miembro de la Asociación de Sidrerías de Gascona-Bulevar de la Sidra, en Oviedo, y gerente de la sidrería La Finca. "Todo lo que sea contribuir a mejorar la oferta turística regional va a redundar en una mejora para todos. Yo creo que las sidrerías asturianas tienen un buen nivel, aunque todo se puede mejorar, y un distintivo de calidad va a ser sin duda un acicate. No podemos juzgar en más profundidad, porque desconocemos cuáles van a ser los requisitos que deberán cumplir los establecimientos que opten a este distintivo. Creo que lo que gusta de la sidra es unir tradición y modernidad, y esta marca debería ir en esa dirección".

Pedro Sixto Fernández, de la sidrería Casa Fulgencio, en la tradicional plaza de Requejo de Mieres, también considera que la marca aprobada por el Principado es una iniciativa que puede favorecer al sector, ya que "servirá para potenciar el mundo de la sidra a nivel turístico". "Es una iniciativa que me coje por sorpresa, pero no lo veo mal; creo que el nivel de las sidrerías asturianas es aceptable, aunque todo se puede mejorar", concluye el hostelero mierense.

Compartir el artículo

stats