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El HUCA, obligado a suspender operaciones por la falta de anestesistas

El servicio reclama diez contrataciones y la dirección del hospital replica que no encuentra profesionales en paro

Intervención en un quirófano. LNE

El funcionamiento de un hospital suele estar basado en un complejo engranaje que requiere que todas las piezas estén a punto. El nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) dispone de un equipamiento quirúrgico de notable calidad, pero el factor humano no acaba de hallar su encaje definitivo. Uno de los problemas que lastran al complejo sanitario de La Cadellada es la escasez de anestesistas. Ésta fue la causa de la suspensión de un apreciable número de intervenciones quirúrgicas durante las pasadas fiestas navideñas. Asimismo, se ha recortado la programación de determinados actos médicos llevados a cabo habitualmente por estos especialistas.

Entre los miembros del servicio se estima que la plantilla del HUCA necesita alrededor de una decena más de anestesistas (llegó a tener 65 y ahora ronda los 58). Y el equipo directivo del Central argumenta que en el mercado no existen especialistas en el paro en disposición de ser contratados.

Lo dicho hasta aquí compone las principales piezas del puzzle de los anestesistas. Se trata de una especialidad con un reconocimiento social limitado, pero esencial en la actividad cotidiana de cualquier hospital. Además, su catálogo de competencias se ha incrementado en los últimos tiempos. El malestar en este colectivo -que no se limita al HUCA- afloró como consecuencia de la supresión de las horas extraordinarias. Desde entonces, los anestesistas vienen sosteniendo que la carga de trabajo real sobrepasa con creces las posibilidades que ofrece su jornada laboral ordinaria.

Todas las partes consultadas por este periódico coinciden en señalar que fue notable el volumen de operaciones suspendidas en las recientes fiestas de Navidad a causa de la falta de anestesista. Al igual que buena parte de la plantilla del Servicio de Salud del Principado (Sespa), hubo profesionales que se acogieron a los denominados días "griposos", cuatro jornadas libres al año que los empleados públicos pueden tomar sin necesidad de justificante médico alguno. Es de suponer que en algunos casos serían tomados por un problema de salud leve, y en otros casos como simple día libre (de hecho, el Gobierno asturiano tiene previsto modificar en un breve plazo la normativa actual en la línea de obligar a toda la plantilla del Principado a presentar un informe médico incluso para las bajas de un solo día). Una de las diferencias entre "moscosos" y "griposos" es que los primeros se programan, en tanto que los segundos, por su propia naturaleza de enfermedad sobrevenida, no.

Mientras algunos de los interlocutores de LA NUEVA ESPAÑA señalan que la suspensión de operaciones viene siendo habitual -eso sí, en menor cuantía que en Navidad-, otros hacen hincapié en que "directamente se han dejado de programar" algunas de las actividades que solían desarrollar los anestesistas. En particular, precisan, consultas de preanestesia (una parte de la valoración preoperatoria de los pacientes) y cirugía ambulatoria (que no requiere ingreso).

Las quejas por la escasez de personal del servicio han llegado al despacho del gerente del HUCA, Manuel Matallanas. Coinciden varias fuentes en indicar que las necesidades han sido cifradas en una decena de especialistas. Fuentes cercanas a la dirección del Hospital Central admiten que la plantilla actual "está por debajo de la teórica" -sin especificar más datos-, pero aseguran que "no hay profesionales disponibles en el mercado", y añaden que "en algunas ocasiones se ha intentado contratar anestesistas y no ha sido posible".

Esta versión es matizada por profesionales del servicio y por otros médicos del HUCA. "Lo que sucede es que a los posibles candidatos se les ofrecen contratos mes a mes, o como mucho de varios meses, y en cuanto les llega una oferta más estable se marchan, como es lógico", indican. Estas mismas fuentes añaden que la dirección del Hospital Central de Asturias "lo tiene muy fácil" con los cinco médicos residentes -dos de ellos extranjeros- que en los próximos meses concluirán su periodo formativo. "Hemos pedido que se les haga un contrato de un año y la dirección dice que no puede. Así es muy difícil que consigan nada", critican estos profesionales.

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