Casi dos millones de euros recibirá la química asturiana Conchita Ania a lo largo de los próximos cinco años para investigar sobre fotoquímica de materiales de carbono porosos con el fin de aplicarlos en procesos de conversión de la energía solar en reacciones químicas para la producción de reactivos con interés industrial, el desarrollo de sensores y el almacenamiento y transformación de energía.

El objetivo de estas ayudas, dentro del programa ERC-Consolidator Grant, se centra en promover la excelencia investigadora europea, facilitando que científicos que acrediten entre siete y doce años de experiencia postdoctoral, posean una trayectoria destacada y presenten proyectos innovadores, puedan reforzar sus grupos y llevar adelante sus indagaciones.

Las ERC-Consolidator Grant son becas otorgadas por el Consejo Europeo de Investigación, dependiente de la UE. Conchita Ania (Cangas de Onís, 1973) trabaja en el Instituto Nacional del Carbón (Incar), de La Corredoria (Oviedo), dependiente de la agencia estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

"La filosofía de este tipo de proyectos es la consolidación de grupos de investigación de científicos que lleven a cabo investigación puntera, con ideas innovadoras, por lo que la mayor parte de la financiación se destinará a la contratación de investigadores para formar un grupo fuerte y de referencia en mi campo de trabajo", declaró ayer Ania a este periódico. La científica subraya, asimismo, la dificultad actual para conseguir financiación, por lo que la ERC supone un gran apoyo desde Europa a investigadores con carreras profesionales prometedoras.

"Una pieza clave del proyecto es trabajar con materiales de carbono porosos activos que pueden ser activados por efecto de la luz, y que pueden adsorber (es decir, almacenar o retener en su superficie) determinados compuestos. De este modo podemos trabajar con reacciones en espacios confinados a escala nanométrica, una especie de nanoreactores", señala Conchita Ania.

"Buscamos profundizar en el conocimiento de las interacciones de estos materiales con la luz, controlarlas a nuestro arbitrio y mejorar los procesos productivos", indica la investigadora, quien en 2008 recibió una beca de investigación otorgada conjuntamente por la compañía L'Oréal y la Unesco en el marco del programa "Por las mujeres en la Ciencia". Si en aquella ocasión recibió 20.000 euros, ahora esta cuantía se multiplica por cien. "Nuestro proyecto tiene parte de investigación básica y parte aplicada. El objetivo final consiste en aplicar reacciones químicas a procesos productivos de escala industrial, y eso exige profundizar en las bases del conocimiento", subraya Conchita Ania.

En la concesión de este tipo de ayudas, el Consejo Europeo de Investigación valora de forma particular el carácter innovador de la idea que sustenta el proyecto. "El único criterio es la excelencia científica del investigador y del proyecto", enfatiza la investigadora asturiana, en cuyo currículum figuran trabajos sobre el uso de materiales funcionales nanoporosos para procesos de descontaminación ambiental como la purificación de aire y la eliminación y degradación de contaminantes emergentes en aguas residuales y de bebida.