Coincidencia en los objetivos, pero discrepancias -mayores o menores- sobre los medios e, incluso, críticas por lo que se considera una actitud oportunista y exclusivista. Los sindicatos sanitarios manifestaron ayer su respaldo a las exigencias a la Consejería de Sanidad manifestadas el lunes por los dirigentes del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA). Sin embargo, subrayaron que las citadas demandas -convocatoria de oposiciones, reapertura de la carrera profesional y supresión de la jornada ordinaria en horario vespertino- no deben circunscribirse a los facultativos, sino que deben hacerse extensibles al conjunto de la plantilla del Servicio de Salud del Principado (Sespa).

Entre tanto, la Administración sanitaria replicó al SIMPA que la plantilla de médicos ha aumentado durante la crisis y expresó su disposición a "estudiar todas las propuestas que supongan la mejor aplicación de los acuerdos de enero de 2013, que consideramos están siendo buenos para todos y, fundamentalmente, para el servicio a los ciudadanos".

"Por supuesto que estamos reivindicando constantemente los derechos perdidos, pero no nos planteamos ahora mismo un conflicto porque haya elecciones sindicales y autonómicas; hay que separar los diversos ámbitos", argumentó Juan Vila, de UGT. En efecto, el lunes el SIMPA abrió en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) la campaña para las elecciones sindicales previstas para el próximo 23 de abril, y amenazó con emprender una batería de movilizaciones -sin excluir una eventual huelga- que irrumpirían de lleno en la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo.

"Estamos de acuerdo en lo que reclama el SIMPA. En lo que no estábamos de acuerdo es en el decreto que ellos mismos apoyaron en 2013. Bienvenida sea la rectificación", señaló con sorna Alejandro González, de Comisiones Obreras.

El Sindicato de Enfermería (Satse-Asturias) se presentará de nuevo en coalición con el SIMPA a las próximas elecciones sindicales. Suya es la postura más concordante con la exhibida por los médicos. "Los trabajadores están desmotivados y sobrecargados de trabajo, sobre todo en el HUCA. Están perdiendo la ilusión profesional, y eso es muy grave. La Administración tiene que reconocerles su esfuerzo. Lo contrario puede llevar a otras medidas no deseables, pero a las que un sindicato puede verse abocado", diagnosticó Margot Marqués, responsable autonómica del Satse.

Desde el sindicato Usipa, se sostiene que "no somos quiénes para valorar la actitud de otro sindicato, pero tenemos muy claro que la desidia y la parálisis de la Administración hace que todo el sistema se oscurezca". "Por el momento, no tenemos fijado un calendario de movilizaciones, aunque no rechazamos ninguna posibilidad", añadió Usipa.

Sicepa, socio electoral de Usipa, tira de ironía: "Damos la bienvenida al SIMPA al mundo reivindicativo en el que nosotros llevamos cuatro años, con un encierro de un mes incluido", indicó Francisco Menéndez. "La gente está un poco harta del corporativismo de siempre. Es el momento de estar todos unidos, no de estrategias que sólo piensan en un colectivo y que cuando consiguen lo suyo se olvidan del resto", añadió Menéndez.

Como respuesta a la advertencia de movilización lanzada por el Sindicato Médico, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) difundió un comunicado en el que subraya que "el número de facultativos que trabajan actualmente en la sanidad pública asturiana es de 3.210 profesionales, 61 médicos más de los que había a 1 de enero de 2010". "Por tanto, sin ánimo de polemizar, la sanidad asturiana no ha perdido en este tiempo 600 médicos, como los dirigentes del Sindicato Médico Profesional parece que tratan de dar a entender", añade el Sespa.

La Administración sanitaria apela al acuerdo marco "pactado con el Sindicato Médico y otros agentes sociales en enero de 2013" para indicar que estos facultativos "mantienen sus retribuciones y han pactado con la empresa trabajar 2,5 horas más a la semana en horario de tarde para completar la jornada obligada de 37,5 horas de los empleados públicos". Según el Sespa, la actual organización de la jornada laboral constituye "una medida de eficiencia en un contexto económico complejo que facilita que los asturianos dispongan de un servicio público de salud más sostenible, que mantiene todos los dispositivos asistenciales y amplía la cartera de servicios con nuevas prestaciones".