Por supuesto, la "recuperación" de las capacidades perdidas requiere esfuerzo. "Es un proceso de aprendizaje. Requiere que la persona aprenda a modular la actividad eléctrica del cerebro de una manera nueva, puesto que esa actividad no está conectada al cuerpo, que desgraciadamente tiene unas ciertas deficiencias, sino que se transfiere directamente al exterior", señala José Millán. Y apostilla: "Estamos, de alguna manera, desarrollando otro músculo: el músculo del cerebro, y eso exige un entrenamiento".

Individuos con una atrofia muscular o de la espina dorsal se incluyen entre los posibles beneficiarios de la conexión cerebro-máquina. No todo está hecho. Por delante quedan "muchos" desafíos tecnológicos. Entre ellos, "poder medir la actividad eléctrica del cerebro de manera muy fiable y con un sistema que no provoque ningún daño colateral", indica el investigador onubense. "Una de las técnicas es implantar, pero cada vez que implantamos corremos el riesgo de degradar", advierte.

Su grupo no emplea, "por el momento", técnicas invasivas. "La mayoría de nuestros pacientes no recibe ningún implante. Hay otros que sí, porque sus condiciones así lo exigen". Los científicos suizos emplean un electroencefalograma: un electrodo en contacto con el cuero cabelludo que mide la actividad eléctrica que el cerebro está generando. Esa señal sufre una cierta degradación de la calidad porque esa medición tiene que pasar a través del cráneo. Otra línea de mejora consiste en "desarrollar algoritmos que interpreten cada vez mejor cuál es la intención de la persona", afirma José Millán.

Estos dispositivos están instalados en algunos hospitales, pero no comercializados. "¿Inversores? Ése es el problema, porque cada persona es un mundo, tiene un déficit diferente, con lo cual hay que personalizar cada dispositivo. Y eso es lo que cuesta", puntualiza.

En la jornada de ayer, el químico Amador Menéndez habló sobre optogénica y el pediatra Alberto Medina presentó el proyecto "Mi OsHuca", para la mejora integral de la atención a los niños.