Las estadísticas dicen que el 10% de la población asturiana padece diabetes, lo que significa alrededor de cien mil personas; de esta cifra, el mismo porcentaje (10%) tiene diabetes mellitus tipo 1, una enfermedad de base autoinmune que destruye los islotes pancreáticos con el consiguiente déficit de insulina, de manera que el organismo no es capaz de mantener la glucemia y, en consecuencia, la normalidad metabólica.

El doctor Yong Zhao ideó esta nueva terapia con dos herramientas fundamentales: las células con sangre del cordón umbilical, que antes se desperdiciaban, y la máquina denominada Stem Cell Educator. Para realizar la terapia, los científicos extraen sangre del paciente y la pasan por el Stem Cell Educator. De allí extraen sólo los linfocitos T, transportados a un circuito especial del aparato, donde son puestos en contacto durante dos o tres horas con células madre del cordón umbilical. Desde allí los linfocitos son devueltos al paciente. El contacto con las células madre es lo que permite que los linfocitos T se "reeduquen" y dejen de atacar a las células del páncreas. Cada paciente está entre seis o siete horas en esta terapia, que se le aplica dos veces en un periodo de tres meses y, después, se le realiza un seguimiento de un año. Lo más importante de la tecnología según Delgado es su "absoluta seguridad" y el "espectacular" avance en el conocimiento de la enfermedad.