Nueva piedra en el camino de la búsqueda de soluciones para el conflicto del transporte de la discapacidad en la región. La Consejería de Bienestar de Asturias confirmó ayer que otras cuatro rutas se habían quedado desiertas, al eliminar del concurso a las únicas empresas que optaban a hacerse con el servicio por incumplimiento de los requisitos. El número total de lotes que se quedan vacíos asciende ya a nueve, de los 20 que se ofertaban.

Pero este no es el único problema. La Consejería ha eliminado del proceso de selección a las empresas que pretendían ofrecer el servicio de transporte a otros dos Centros de Atención a la Discapacidad (CAI) por no estar en posesión de la documentación requerida, y ha instado a las empresas que habían ofrecido la siguiente mejor oferta para que presenten sus papeles y ver si pueden ser finalmente las adjudicatarias. "Con esto se demuestra que la solución del problema está mucho más lejos de lo que la propia Consejería creía", explica Carlos Aller, portavoz de la Plataforma del transporte de la discapacidad y gerente de la asociación "Una ciudad para todos" de Gijón.

El conflicto del transporte surgió a raíz de que Bienestar tildara de ilegales las rutas que venían realizando los CAI con su vehículos particulares para llevar a sus usuarios de casa al centro y del centro a casa. La razón de esa supuesta ilegalidad se centraba en que ese servicio no cumplía con los requisitos de la Ley de contratos. "Había centros que no querían seguir con el transporte, porque les resultaba deficitario, pero otros sí querían seguir haciéndolo porque las familias de los usuarios ya habían realizado el desembolso para comprar las furgonetas adaptadas y se iban a quedar sin uso", destaca Aller. Pero no les hicieron caso.

La Consejería sacó a concurso 20 lotes de rutas y empresas privadas y entidades sin ánimo de lucro accedían a él en igualdad de condiciones. Pese a las protestas de los centros y de las asociaciones de discapacitados pidiendo ser escuchados, la Consejería siguió adelante con el proceso. Se realizaron varios encuentros entre estas entidades del tercer sector y la Consejería, pero no llegaron a un acuerdo. La última se realizó al conocer que ninguna empresa había solicitado seis de los lotes que se ofertaban, pero aunque se abrió una posibilidad para que los centros se pudieran hacer cargo de ellas, finalmente se quedó en agua de borrajas.

"Bienestar nos dice que podemos seguir haciendo los traslados para realizar actividades extraescolares con nuestros vehículos, pero no las rutas del domicilio al centro. Incluso que podemos acceder a subvenciones para hacer esas salidas especiales, pero para el principal problema no se encuentra solución", afirma Aller.

Los 11 lotes que tienen candidatos tampoco están tranquilos. Varios de ellos tienen solo una opción y si la mesa no la aprueba, se podrían quedar también vacíos. "Este conflicto puede ser eterno, y los usuarios son los principales afectados. Eso no se puede olvidar". La Plataforma lleva esperando más de una semana para que la Consejería mueva ficha. "Estamos esperando una nueva reunión con Bienestar y Transporte. Se habló de una posibilidad de hacer un negociado con una empresa privada, pero no sabemos más". Pero ya tienen la mente en 2016, cuando se tendrá que preparar el nuevo acuerdo marco de Bienestar y en el que esperan se les dé el lugar que les corresponde.