Desde este lunes y hasta el 30 de mayo, 35.000 alumnos españoles de 4º de ESO, pertenecientes a 900 institutos y centros españoles de educación secundaria, realizan el examen PISA de 2015, que este año estará centrado en ciencias, aunque también habrá pruebas matemáticas y de comprensión lectora, así como preguntas que medirán los conocimientos financieros de los alumnos.

Dos son las grandes novedades de este año. La primera, que el examen se realizará íntegramente en ordenador. Y la segunda es que muchas de las pruebas se presentarán (y se resolverán) en un esquema tipo ‘chat’: varios alumnos estarán insertos en un grupo ficticio y tendrán que dar pasos en equipo para resolver el problema a través de los mensajes.

Se trata de adecuar el examen a las nuevas tecnologías y potenciar de esta manera las habilidades digitales de los menores. No obstante, para conocer los resultados de las pruebas habrá que esperar a diciembre de 2016.

El examen de PISA es una de las pruebas académicas más reconocidas y temidas al mismo tiempo. Este informe, cuyas siglas en inglés responden al ‘Programme for International Student Assessment’ y es organizado por la OCDE, mide las capacidades de estudiantes de 14, 15 y 16 años. Cuestiones relacionadas con la comprensión lectora, problemas matemáticos y preguntas sobre ciencia nutren los contenidos de un examen del que salen una tablas comparativas que ponen de manifiesto la distancia entre países.

Los informe de PISA son de carácter trienal. En la última, hecha pública en 2013 con exámenes realizados el año anterior, España se situó en el puesto 34, ocho por debajo de la media de la OCDE. Si la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico fue de 494 puntos en Matemáticas, 496 en Lectura y 501 en Ciencias, Esaña obtuvo unos resultados de 484, 488 y 496 puntos, respectivamente, en las tres categorías. Países como Corea del Sur, Japón, Holanda, Suiza, Suecia y Finlandia encabezan con frecuencia estas clasificaciones.