En más de una ocasión a lo largo de nuestra vida hemos tenido la sensación de que unas personas aprenden determinados conocimientos o habilidades más rápido que otras. Ahora, un equipo de científicos de la Universidad de California en Santa Bárbara, de la Universidad de Pensilvania y de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, trata de explicar por qué.

El estudio científico se centra en lo que pasa en el cerebro durante el proceso de aprendizaje. Para ello, el equipo realizó un experimento con diferentes personas, a las que se pedía participar en un juego de notas musicales y colores. En él, los voluntarios debían reproducir tan rápidamente como pudiesen las secuencias de estas notas, codificadas por colores, presionando los botones correspondientes a cada una de ellas. A las dos, cuatro y seis semanas se repitieron las pruebas.

Este experimento permitió a los científicos rastrear las conexiones entre las diferentes regiones del cerebro de cada uno de los voluntarios.

Los resultados arrojaron importantes diferencias en la velocidad de aprendizaje de unas personas respecto a otras. Estas diferencias se asociaban en los escáneres cerebrales que se llevaron a cabo a una diferente actividad neuronal.

Según el estudio, los participantes que aprendían a una velocidad mayor experimentaban una disminución de la actividad neuronal en las zonas que se asocian a la denominada función ejecutiva, que regula actividades cognitivas como la formación de planes o el establecimiento de metas, entre otras cuestiones. La principal conclusión del estudio, por tanto, es que esta 'desconexión' ayudaría en el aprendizaje de otro tipo de tareas más sencillas.

El hecho de que las zonas asociadas a la función ejecutiva tarden más en desarrollarse, explicaría por qué los niños son capaces de aprender más rápidamente.