Prueba superada. Avilés dio ayer el primer paso para la paulatina implantación de sistemas electrónicos de votación popular, supuestamente más seguros. Y lo hizo sin contratiempos dignos de reseña y a plena satisfacción de los ciudadanos, que valoraron la reducción de las colas fruto del nuevo proceso, caracterizado por la identificación del votante mediante su DNI electrónico. De ese modo se ahorra la siempre engorrosa búsqueda del nombre del votante en el censo, la comprobación del número de su tarjeta identificativa y la posibilidad de errores a la hora de determinar quién ha votado y quién no. El sistema, además, permite saber en tiempo real el porcentaje de participación y habilita una pasarela informática para la comunicación a la base central de datos, tras el cierre de los colegios, de los resultados de los escrutinios de cada mesa.
Para esta experiencia piloto fue necesario instalar en cada mesa electoral avilesina (107 repartidas en 20 colegios) un ordenador portátil con lector de chips electrónicos, un módem 3G y una impresora. A las ocho de la mañana, los presidentes de cada mesa iniciaron la aplicación informática necesaria para identificar a los votantes y abrir el canal de conexión, vía internet, con la central de datos. Este punto del proceso se hizo con el asesoramiento de técnicos informáticos que se mantuvieron durante toda la jornada en los colegios a disposición de los miembros de las mesas, prestos a intervenir en caso de necesidad o averías. Avilés fue el único municipio asturiano elegido para esta prueba, llevada a cabo también en otros veinte de España.
En los casos en los que el presidente de la mesa carecía de conocimientos informáticos o se veía incapaz de manejar con soltura la herramienta se requirió la presencia de jóvenes formados expresamente para esa misión, que asumieron las funciones de ayudante. En los casos de votantes que carecían del DNI electrónico, el sistema seguido para identificarlos y que pudieran votar fue el habitual: decir su nombre, cotejar su presencia en la lista y autorizar el sufragio. Como anécdota del experimento, muchos votantes comentaron satisfechos, según los miembros de las mesas, que al fin veían una utilidad para el DNI electrónico, un documento "inteligente" que encierra un gran potencial, pero en buena medida ignorado o desperdiciado.
