Las bioquímicas Jennifer Doudna, de 51 años, y Emmanuelle Charpentier, de 47, han desarrollado una tecnología que permite reescribir genes defectuosos. El método, revolucionario, puede dar lugar al desarrollo de terapias para combatir el cáncer, el sida y la fibrosis quística.

Las dos parecen compartir la pasión por su trabajo y por la ciencia. "Espero que este reconocimiento inspire a los jóvenes científicos para que continúen investigando con espíritu de aventura, porque los avances fundamentales a menudo son consecuencia de una investigación motivada por la curiosidad", declaró Jennifer Doudna tras conocer que había sido galardonada junto a su compañera. "Me emociona de verdad recibir el premio junto a ella", añadió.

Emmanuelle Charpentier, en su mensaje de agradecimiento, traza el perfil de los motivos que la condujeron hasta la investigación: "La curiosidad, la búsqueda del conocimiento y de la necesidad de comprender siempre han sido una motivación fuerte en mi vida. Intentar arrojar algo más de luz sobre los misterios de la vida se convirtió para mí en una misión".

La bioquímica francesa se considera una privilegiada "por investigar en el fascinante mundo de los microbios y espero con ilusión desenredar aún más sus secretos y, así, los de nuestras vidas".

Charpentier no se olvida de reivindicar la ciencia básica y confía en que la tecnología de edición del genoma CRISPR-Cas9 "ofrezca un mensaje positivo a las organizaciones de financiación y a las jóvenes generaciones".

Doudna y Charpentier se conocieron en una conferencia sobre un tipo de secuencia genética bacteriana celebrada en la Sociedad Americana de Microbiología en la primavera de 2011. Se dieron cuenta de que estaban trabajando en un mismo problema relacionado con el sistema inmunitario de las bacterias.

El laboratorio de Charpentier estaba estudiando una especie de estreptococo (bacteria) y había hecho un descubrimiento importante en las secuencias CRISPR, pero necesitaba entender todas las partes. Emmanuelle Charpentier le preguntó a su colega si se animaba a hacer equipo y la estadounidense respondió afirmativamente.

En el verano de 2012 publicaron en "Science" el primer estudio sobre el sistema CRISPR-Cas, un mecanismo de defensa ante los virus. A finales de 2013, los laboratorios confirmaron que CRISPR era un método rápido y fácil de editar el genoma.