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ANA VEGA | Escritora y crítica literaria

"Estamos muy lejos de que la igualdad entre el hombre y la mujer sea real"

"El feminismo va siempre ligado a muchos otros factores y el - económico es uno fundamental"

Ana Vega. MIKI LÓPEZ

Oviedo, N. HERMIDA

La mujer en la literatura o para qué usan las mujeres la literatura. Ese es el fondo de la nueva obra de la escritora asturiana Ana Vega (Oviedo, 1977) , "Cantar en el desierto", el décimo número de la colección "Cuadernos feministas/Cartafueyu feminista", que edita la editorial Trabe. La colaboradora de LA NUEVA ESPAÑA explica que su nuevo libro "es un pequeño muestrario de lo que la voz de la mujer actual nos ofrece desde distintos lugares, estilos, modos y formas. Diferentes voces que se unen para dar testimonio de vidas reales o ficticias de las que aprender una valiosa lección y que demuestran que la mujer no es moneda de cambio ni ha sido vencida". Vega, ganadora de varios premios literarios, en su último trabajo recopila 40 reseñas de libros escritos por mujeres en los últimos años.

-¿Cómo surgió la idea de hacer "Cantar en el desierto"?

-Surge como necesidad de visibilizar el trabajo de muchas autoras, escritoras, que me he encontrado a lo largo de estos años en mi labor como crítica literaria para el suplemento de cultura de LA NUEVA ESPAÑA o la revista "Clarín".

-¿Cuáles son los mensajes que lanzan las mujeres actuales a través de sus textos?

-Creo en el feminismo de hechos, no de discurso, es decir, cuando nos planteamos cómo podemos cambiar la situación de la mujer hoy día, debemos hacerlo siempre desde la acción; una acción que implica no sólo tejer redes y esa labor de visibilizar el trabajo de muchas profesionales, sino también con la necesidad de mostrar ese cambio a través de nuestro trabajo diario. Demostrar a través del hecho y la acción esa posibilidad de cambio, hacerlo posible cada día desde nuestro entorno personal hasta el profesional. Mostrar mujeres que hacen cosas, no mujeres que son/somos cosas.

-¿Cómo han cambiado con respecto a nuestras predecesoras?

-Desgraciadamente los cambios no son tantos. El capitalismo ha logrado engañar no solo al hombre sino también a la mujer, al ser humano, ofreciéndole unas pautas equívocas del sistema muy bien programadas para seguir un orden preestablecido, convenciéndonos de que éste ofrece cambios realmente inexistentes. Veo y compruebo cada día que muchas de las pautas más necesarias para que dicho cambio se lleve a cabo siguen intactas.

-¿Cuáles han sido las principales conquistas de la mujer?

-Existir, básicamente. Tomar conciencia de su cuerpo, su pensamiento, su alma y su conciencia; luego ya podremos emplearnos o pelear por algo más, pero en un principio tomar conciencia de nuestra propia existencia, sin que esté condicionada por nada ni por nadie. Tampoco nuestras decisiones.

-¿En qué posición se encuentra dentro de la sociedad?

- Sigue siendo la de protectora, cuidadora y herramienta de equilibrio. Pero al menos ahora tenemos medios para hacer más posible la lucha, de mostrarnos, de escribir y de visibilizar el trabajo de nuestras compañeras.

-¿La igualdad ya es real o sigue siendo muy necesario el feminismo?

-Creo que estamos muy lejos aún de que la igualdad sea real. Insisto, necesitamos un feminismo de hechos no de discurso, al igual que necesitamos una política de hechos o unos valores básicos que se han perdido. La revolución ha de ser desde y hacia la mujer, pero primordialmente desde y hacia el ser humano, desde y hacia el respeto, la tolerancia, la dignidad, la empatía... Hemos de rescatar el alma del ser humano porque de otro modo no podremos rescatar el alma de mujer alguna.

-¿La mujer tiene sus principales derechos garantizados o el mundo moderno le limita alguno?

-Creo que está cuestión depende del azar, del lugar en el que vivas, y principalmente del dinero que tengas en el bolsillo. El capitalismo sigue marcando unas pautas claras, se alimenta de la minoría, del débil y provoca dicha debilidad para alimentarse más y mejor. No podemos comparar los derechos de una mujer de Nigeria con los de una mujer occidental, por poner un ejemplo, ni los de una mujer cuya existencia viene delimitada por una urgencia económica absoluta con los derechos que sí podrá reclamar una mujer que pueda permitirse alejarse de su agresor o pagarse un abogado. El feminismo va siempre ligado a otros muchos factores, el factor económico es uno fundamental.

-¿El "cántico en el desierto" es desesperado o es liberador?

-Creo que ambas cosas. Es desesperado porque, como la propia imagen indica, es un canto sin esperanza, arrojado a la nada, al viento, donde nadie podrá escucharnos; pero ese canto también es lucha, es valentía, es posibilitar esa voz y empujarla hacia otros horizontes. Es principalmente un cántico necesario.

-¿Qué lecciones ha dado la vida a las mujeres? ¿y a los hombres?

-Es difícil valorar eso. Creo que las lecciones de supervivencia en ambos casos son distintas, son consciencias distintas del cuerpo, del espacio, del modo de estar y también de la vida, pero sería el mismo caso entre alguien que ha jugado con peores cartas y alguien a quien la suerte concedió más dones. Todo depende de tus vivencias, cómo las has asimilado, cómo las has abordado e integrado y cuáles son las lecciones que has aprendido y las decisiones que has tomado. Una misma vivencia puede marcar dos decisiones totalmente distintas. La mujer por historia, y por ese "cansancio de siglos", aprende rápido, suma y sigue, avanza, y se reconstruye porque está más acostumbrada a hacerlo. Es una cuestión de supervivencia.

-¿Está preparando algo nuevo de poesía?

-Estoy con tres nuevos libros. Con uno pruebo un registro nuevo, el de la poesía erótica, escrita e ilustrada por mujeres. Las encargadas del texto somos Ada Menéndez y yo; y las de las ilustraciones María Paseli y Leticia Vera. Otro de los libros es de poemas y fotografía, que se titula "Naturaleza interior", es una especie de viaje; y el tercero, que se llama "Herencia", lo podríamos encajar en la poesía de no ficción o de la consciencia. Me apetece mucho volver a una de mis mayores pasiones, el ensayo y la columna de opinión.

-¿En qué estilo se siente más cómoda?

-Sin duda, el relato corto.

-¿Qué significa para usted la escritura?

-Un modo de reordenarme, de comprender la realidad y un modo de tensar la cuerda hasta el límite, profesional y personalmente. La mejor descripción me la ofrece un término de escalada: "abrir nuevas vías".

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