Dice Conrado, uno de los personajes de Shakespeare en "Mucho ruido y pocas nueces", que "para recoger buena cosecha, y que sea vuestra, hay que saber esperar la estación propicia". Fernando Menéndez, Hermes González, Luis Muñiz, Chus Fernández, Alfonso Fernández y Marcos Canteli, amigos desde hace años, algunos desde la Universidad, escritores con todo tipo de inquietudes culturales, aunque sobresalgan las literarias, han llegado a la estación vital favorable para hacer realidad su proyecto, un sello editorial que ponga a disposición del ciudadano libros "diferentes" y que reúnan dos características: buena literatura, independientemente del género, y cuidado del libro como objeto. Siempre con independencia y sin afán de competir con las grandes firmas. Ediciones Malasangre debuta con la primera novela del poeta y ensayista Jaime Priede (Langreo, 1965), "Un buzo en el bosque". "Nuestro compromiso es de militancia con la literatura", afirma Fernando Menéndez.

"La idea surgió hace poco más de un año y está inspirada en el sello discográfico Marxophone, de Nacho Vegas, 'León Benavente', 'Australian Blonde' o Ricardo Vicente. Tenemos temas, proyectos, más experiencia y ganas", añade.

La oportunidad se presentó cuando Lata de Zinc, un centro alternativo de Oviedo, mezcla de bar y espacio cultural, les ofreció compartir el local anexo, La Oficina, con la discográfica Discos Humeantes y la tienda Fin del Mundo 2012. "Eso nos abrió otra perspectiva, nos constituimos como asociación cultural y lanzamos el proyecto editorial, que nace vinculado a la literatura pero acercándonos a otras disciplinas, como la música o el cine", dice Fernando Menéndez.

La elección del nombre no fue difícil. Se barajaron muchos, como suele ocurrir en estos casos, pero finalmente se optó por Malasangre. "Lo tomamos de un poema de uno de los capítulos de 'Una temporada en el infierno' de Rimbaud, pero en el poema son dos palabras y nosotros las unimos", explica Luis Muñiz.

Hay otra referencia que a Hermes González, especialista en cine, le gusta citar, la película "Malasangre" de Léos Carax, con una jovencísima Juliette Binoche. Literatura, cine y música irán de la mano en el proyecto, que será autogestionado por sus impulsores, con la ayuda de algunas de sus cónyuges. Carmen Santamarina es la autora del diseño del sello y de la primera novela, y las periodistas Marta Izquierdo y Yolanda Vázquez se encargan de la comunicación.

La idea es editar entre tres y cuatro títulos al año y organizar un acto al mes. A "Un buzo en el bosque", una novela tan exigente como buena, según los editores, le sucederá "Víctimas de la espera", un diario que mezcla lo cotidiano con el fútbol y la poesía con la prosa, escrito por Fernando Menéndez hace doce años, cuando el Real Oviedo descendió de golpe dos categorías, y se fue a Tercera División. "Fue al inicio de la temporada 2003-2004, cuando el Ayuntamiento decidió que el Oviedo desaparecía y creó otro equipo, el ACF. Al final se logró el efecto contrario y fue la afición la que decidió revivirlo", declara el autor.

No sólo la literatura une a estos autores-editores, también el fútbol. "Hablamos de fútbol como hablamos de literatura. Afortunadamente, vivimos en una época en la que, a diferencia de lo que ocurría en los años 80, el fútbol y la intelectualidad están más unidos", apunta Hermes González.

"Puedes escribir poemas, gustarte el fútbol, Shostakovich y el rap. Hay que huir del encasillamiento de otras épocas, lo de ahora es más transversal, una palabra que por cierto está muy de moda", asegura Luis Muñiz.

Un original poemario de Miriam Reyes en el que, tomando como base sus propios versos incluidos en su página web, la escritora ha invitado a los lectores a trabajar sobre ellos y proponer otros nuevos que más tarde ella arregla, será el tercer título. Al que se unirá el primer poemario de Ángel Huerga, un letrista musical con madera de gran poeta.

En la agenda figura también Hermes González, autor en la sombra, que lleva quince años sin publicar nada aunque escriba con constancia en sus cuadernos y en su blog. Ahora, le da vueltas a la idea de llevar a libro un proyecto que mezcla imagen y pequeños poemas y "haikus", casi un diario familiar que fue subiendo a su blog.

Asturias ha sido tradicionalmente tierra de buenos escritores y Oviedo es una de las ciudades más noveladas. Pero, como sucede a nivel regional, el mundo de la literatura y sus protagonistas están tan desvertebrados como la propia sociedad. "Hay buenos autores, pero nuestro mundo literario es como una constelación con muchos planetas y satélites que no acaban de enlazarse", reflexiona Hermes González.

"La literatura asturiana es muy fructífera. Oviedo tiene novelas muy notables con la ciudad como protagonista, no creo que haya muchas capitales de provincia con tan buena literatura", apunta Fernando Menéndez.

"En Asturias siempre se leyó mucho, hasta hace nada había tres periódicos regionales y eso siempre dice mucho en una región uniprovincial", afirma Luis Muñiz, el único periodista del grupo, de LA NUEVA ESPAÑA, (el resto son filólogos). Y añade: "Hay una primera fuente de riqueza y es que se escribe en dos lenguas y, en general, lo que se hace en asturiano tiene un nivel bastante alto. Y en poesía, por ejemplo, hay propuestas muy distintas y de calidad".