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Una funcionaria de EE UU, encarcelada por negar a homosexuales licencias de matrimonio

El rechazo a los casamientos gays viola la legalización aprobada por el Supremo

Foto de la ficha policial de Kim Davis. EFE

Las parejas homosexuales del condado de Rowan, en el estado de Kentucky, en EE UU, comenzaron ayer a obtener las licencias de matrimonio que les había negado por motivos religiosos una funcionaria, en prisión por violar la decisión del Tribunal Supremo de legalizar las uniones de personas del mismo sexo en todo el país.

Los primeros en recibir el documento judicial fueron James Yates, de 41 años, y William Smith, Jr., de 33 años, pareja desde hace casi una década y a los que la funcionaria Kim Davis, de confesión cristina, negó su derecho a casarse en varias ocasiones, informaron los medios locales.

Con 35,50 dólares, la pareja obtuvo la licencia de matrimonio de un responsable del juzgado, que felicitó a la pareja. Frente a la corte federal de Kentucky se congregaron dos nutridos grupos de manifestantes, uno para felicitar a la pareja con pancartas con mensajes como "El amor ha ganado", o en contra con reproches como "Bienvenidos a Sodoma y Gomorra".

La funcionaria, convertida en un símbolo de la oposición al matrimonio homosexual por motivos religiosos, permanecerá en prisión por orden de un juez federal hasta que obedezca al Supremo.

Davis decidió dejar de emitir cualquier licencia de matrimonio en junio, cuando el Supremo falló a favor de la legalización del matrimonio homosexual en todo el país, una decisión que anuló la potestad de los estados para prohibirlo.

El matrimonio homosexual se convirtió en un derecho constitucional en Estados Unidos, lo que obliga a los trece estados que entonces todavía lo prohibían, entre ellos Kentucky, a permitir que las personas del mismo sexo puedan casarse.

Cuando el gobernador de Kentucky, el demócrata Steve Beshear, ordenó a los juzgados emitir licencias de matrimonio a los homosexuales, Davis interpuso una demanda en una corte federal con el argumento de que sus creencias religiosas la eximían de tener que cumplir con esa obligación.

Davis llegó hasta el Supremo, que el pasado lunes le ordenó que, de manera inmediata, comenzara a emitir licencias matrimoniales a todo tipo de parejas, homosexuales y heterosexuales, mientras la funcionaria sigue con el proceso legal en instancias judiciales inferiores, algunas de las cuales ya han rechazado su causa.

Desde que se legalizó el matrimonio gay en junio, esta es la primera vez que un caso de este tipo llega al Supremo.

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