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ANTONIO PEÑA | Violonchelista y profesor de Música en el Conservatorio de Gijón, especializado en el método Suzuki

"El aprendizaje de un instrumento musical es como el de una lengua"

"Suzuki no quería formar grandes músicos sino que los niños se cultivasen en la posguerra, sus ideas están cargadas de espiritualidad"

Antonio Peña. MARÍA GÓMEZ

Antonio Peña es ovetense, profesor de Violonchelo en el Conservatorio de Gijón y especialista en el método Suzuki de enseñanza de la música, a través de la plataforma Aulallegretto, que se basa en iniciar la relación con los instrumentos desde muy niño y como un juego.

-¿Cómo ha sido su paso de la enseñanza tradicional al método Suzuki?

-Soy de Oviedo. Tengo 39 años. Violonchelista. Estudié en mi ciudad. Acabé el superior en Salamanca y realicé un post grado en Madrid. Di clase cuatro años en Mieres y dos en Luarca. Después, Salamanca, Oviedo y Ponferrada. Hace diez años saqué las oposiciones en Asturias y estuve 10 años en el Conservatorio Superior en Oviedo y desde el curso pasado estoy en el Conservatorio de Gijón.

-¿Por qué se interesó por el método Suzuki?

-Empecé con el método Suzuki hace dos años. Empecé a formarme en ese método porque tuve un hijo, una buena razón. Sabía en qué consistía, claro. Y cuando tuve el niño di el paso. Ahora ya tengo dos hijos. Me tuve que ir a Lyon a aprenderlo. Al año siguiente fui a Madrid porque apareció allí una formadora. Y después se unió más gente. Ricardo Fernández, profesor de viola y violín, se fue conmigo a Lyon. Y últimamente Olaya Pérez, un verdadero lujo ya que es alumna de Boris Belkin, en Holanda, es premio Descartes de investigación y estudió en París. Tocó con las mejores orquestas de cámara de Europa. Tenemos la suerte que está aquí desde hace relativamente poco. Ha tenido un hijo y se interesó por el método Suzuki.

-¿En qué consiste?

-El método funciona muy bien. Lleva años con éxito por todo el mundo. El año pasado nos fue muy bien, los niños tocan desde el principio y eso los padres lo valoran. Ofrecemos incluso una etapa previa desde los seis meses que es una forma de estimulación. Escuchan música, oyen los instrumentos, hacen expresión corporal y llevan a casa unas actividades.

-¿Quién era Suzuki?

-Un músico japonés que diseñó y desarrolló el método. Fue a Alemania a seguir con sus estudios de violín. Le costaba aprender alemán. Observó que los niños, sin esfuerzo, aprendían alemán. Y la misma maravilla ocurría en Japón con los niños japoneses. Reflexionó y analizó qué entraba en juego en el aprendizaje de la lengua materna para llevarlo a un instrumento, que es, a fin de cuentas, un idioma. Cuando un niño aprende una palabra la oyó antes un millón de veces y después se trata solo de la habilidad para pronunciarla. Pues lo mismo, se les pone música y se van familiarizando con los sonidos. El niño pronto sabe hacia donde van las notas, de qué se trata. El papel de los padres es fundamental. En el método Suzuki empiezan tocando los padres. Y en casa estudian con un violín o un chelo. Al niño eso le llama mucho la atención. Forcejean incluso para tocar ellos. Y de esa forma aprenden la primera canción del método. Acompañan a los padres a las clases después y van viviendo la dinámica de la enseñanza y les entran ganas de tocar un instrumento. Tienen ganas de tocar en casa siguiendo ese procedimiento. Los avances son cortos y muy adecuados.

-¿Cómo son?

-Hay niños que empiezan con palabras a los nueve meses y otros a los 16. No por eso están menos capacitados. Con un instrumento es lo mismo; cuando llega a tocar llegó, y en paz. No debe haber agobios y plazos o trimestres. No se riñe a un niño cuando dice una palabra mal, al revés se festeja cuando al fin lo logra. Con el instrumento, cada paso positivo es una fiesta que se celebra mucho y eso refuerza el aprendizaje del niño.

-Una revolución.

-Suzuki escribió varios libros. Y un método con música y grabaciones. Empezó a mediados del siglo XX. No quería formar grandes músicos sino que los niños cultivasen su espíritu en la posguerra. Sus ideas están cargadas de espiritualidad. Lo vieron los americanos, se lo llevaron a Nueva York y, hoy en día, hay grandísimos músicos que empezaron con este método.

-¿Por ejemplo?

-Pablo Fernández, con 23 años que ha quedado cuarto en el concurso Chaikovski de Moscú. Algo increíble. Con tres años estaba con el método Suzuki. O la violinista Leticia Moreno, que está haciendo una gran carrera. Hay una entrevista en la que cuenta que empezó con el método Suzuki. Con la edad, el paso a una pedagogía distinta es inevitable pero en todo caso lo bueno del método ya les quedó, aprendieron de la forma más eficaz y creativa posible.

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