Los años setenta regresaron hace meses a las pasarelas y ahora se cuelan en las calles, con propuestas que rescatan todos los estilos que triunfaron en la década post-hippy. De los flecos a los recatados trajes de chaqueta y abrigos cruzados, bien armados sobre los hombros, hay todo un mundo de propuestas que también aúpan a lo más alto a las capas y los ponchos, que ya se vieron el año pasado, y que ahora se vuelven imprescindibles.
El estilo de los setenta es menos agresivo que el que triunfó en la década anterior, pero resulta igualmente llamativo. El ante en todas sus modalidades, las perneras anchas, las botas de media caña, las cazadoras bómber y los pantalones de pinzas y talle alto forman parte de un cambio de look radical, que costará asumir, pero que ya es imparable.
Lo cierto es que hay pocas cosas más setenteras que los flecos. Zapatos, bolsos, abrigos y chaquetas se llenan de estos adornos, que nos retrotraen al Lejano Oeste, pero también a la Quinta Avenida.
Los pantalones acampanados ganan claramente la partida a los pitillo, que han iniciado una larga despedida. Y es que, aunque los pantalones ajustados sientan de miedo y son fáciles de llevar, los dictados de la moda mandan, y no hay nada más que darse una vuelta por los escaparates para percibir los nuevos aires que se aproximan. Será, por tanto, difícil resistir la tentación de renovar el armario.
Las botas o botines cortos con cuña son el complemento ideal para unos pantalones con forma acampanada, igual que las camisas de seda, los vestidos largos repletos de bordados, los pasadores de flores para el pelo y las típicas horquillas que tratan de sujetar las melenas rebeldes. Desde luego, espíritu rebelde no les falta a unas propuestas que no se caracterizan precisamente por pasar desapercibidas.
El boho chic reina en los armarios.
Al hilo del "revival" de la moda de los setenta cobra aún más realce el llamado estilo boho chic, repleto de chalecos, vestidos, shorts y todo tipo de complementos. El ante es el material estrella, que siempre puede sustituirse por la opción barata de la antelina, a veces con una textura tan bien realizada que resulta difícil de distinguir del auténtico ante. Los vestidos se hacen más vaporosos y las faldas ganan centímetros. Otro de los imprescindibles es el sombrero en todas sus versiones, tanto para ellos como para ellas.
El Apple Watch también es de Hermès.
Apple ha colaborado con la firma francesa Hermès para crear una nueva colección de relojes para Apple que dará lugar al glamuroso Apple Watch Hermès. Cada uno de los relojes está grabado con el logo de Hermès, se puede personalizar con el famoso naranja de Hermès y ofrece tres diales exclusivos que evocan los diseños clásicos de esfera de reloj Hermès. Las correas de cuero, como no podría ser de otro modo, juegan un papel integral en cada uno de los tres diseños. Todas las correas han sido fabricadas a mano en París con la piel de Barenia de la maison.
