Pablo López es el nuevo fenómeno de la escena. Se considera de corte "anglo" en sus canciones a golpe de voz y piano. Su disco anterior fue todo un fenómeno y ahora estrena "El mundo y los amantes inocentes", que ayer presentó en la Fnac. "La verdad es que estás arriba pero no se es muy consciente. Al fin y al cabo tienes que trabajar cada día. Conservar una unión con el público". En fin, tener los pies "en el suelo", matiza. Algo que va implícito en el título del disco "El mundo y los amantes inocentes", "una reflexión sobre el cabreo con el ser humano, empezando por mí mismo. Quería mostrar eso, la búsqueda de algo que me haga creer en los seres humanos".

Y musicalmente tiene muy claros sus conceptos: "No soy un cantautor al uso, pero tampoco soy parte del pop más encorsetado". Al final, se trata de buscar una marca propia: "Son palabras mayores pero se trata de buscar sonidos más familiares a riesgo de que no sean los más comunes, con algunos riff distintos. Nuestra marca". Por lo pronto arrasa en el mercado con sus discos, que ocupan lo alto de las listas de éxito, y cuenta con millones de reproducciones en Youtube.