La familia de Andrea, la niña de 12 años con una enfermedad degenerativa irreversible para la que sus padres piden una muerte digna, ha presentado ante el juzgado una "solicitud de jurisdicción voluntaria en materia de familia", con la finalidad de pedir que le sea retirado el soporte vital por el cual recibe líquidos y nutrientes en el estómago, y aguarda una resolución en un plazo "breve", "en siete o diez días".

El padre de la pequeña, Antonio Lago, compareció ayer por la tarde --a las puertas del hospital donde está ingresada Andrea-- acompañado de su abogado, Sergio Campos Nieto, para explicar este paso judicial, que se suma al ya dado por el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), que solicitó al juzgado que se pronuncie sobre si los pediatras deben mantener el actual plan terapéutico.

La solicitud de jurisdicción voluntaria en materia de familia ha sido presentada ante el Juzgado de primera instancia número 6 de Santiago de Compostela, el mismo que lleva el requerimiento del CHUS, con lo que la familia prevé que se acumulen ambos procesos y el juez emita una resolución en un plazo no superior a los diez días.

Asimismo, el magistrado ha convocado a las partes para el próximo lunes -en donde se prevé que estén los padres con un representante legal y miembros del hospital-, después de que en un auto del jueves pidiese el historial clínico completo de la pequeña y un reconocimiento forense.

En cualquier caso, el juez Roberto Soto Sola ya visitó ayer a mediodía a la niña en presencia de sus padres, junto con un médico forense y la secretaria judicial.

Indignación

Preguntado por el hecho de que la familia tenga que recurrir a la Justicia a pesar de que esté en vigor la Ley de derechos y garantías de los enfermos terminales de Galicia y de que el comité de ética asistencial ampare la postura de la familia, el padre de Andrea ha respondido: "Me resulta indignante que tengamos que llegar a esta situación".

En lo tocante al estado de salud de Andrea, su padre ha señalado que "la niña sigue mal", "con picos de dolores fuertes", "como los últimos meses, las últimas semanas y los últimos días".

Junto a esto, explicó que la familia tiene contacto diario con el equipo médico del CHUS, pero no ha vuelto a hablar con el jefe de Pediatría, José María Martinón, desde la reunión mantenida el miércoles por la mañana.

A preguntas de los medios sobre si existen discrepancias en el equipo de pediatras del CHUS, Lago dijo no saberlo, y tan solo conoce lo que ha comunicado de forma pública el servicio de Pediatría y la gerencias del hospital, por lo que considera que "eso está avalado por las distintas personas que componen ese servicio".

Por otra parte, cuestionado sobre el anuncio realizado por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, de que llevará a cabo una ley de muerte digna en España si gana las elecciones generales, Antonio Lago se limitó a apuntar: "Yo aquí estoy para luchar por la muerte digna de mi hija, no me corresponde a mí valorar en absoluto decisiones que tomen distintos partidos".

Irreversibilidad

La presentación de la solicitud en el juzgado se produjo a las 13.45 horas de ayer para la suspensión del tratamiento médico, debido a "la extrema gravedad de su situación clínica y absoluta irreversibilidad de su situación médica", según informó Sergio Campos.

Así, el abogado considera que la "cuestión ética" gira en torno a "dos posicionamientos", "de un lado" la familia de Andrea y el comité de ética asistencial "compuesta de facultativos de reconocida competencia", que "estiman que la continuación del tratamiento aplicado a la niña supone un encarnizamiento innecesario para el estado clínico que objetiva en este momento la paciente".

En el "otro lado", según expone el abogado, está el equipo pediátrico que atiende a la menor, que "considera que no debe suspenderse ese tratamiento", el cual se suministra por una máquina, según ha asegurado el letrado tras visitar a la pequeña.

En su declaración ante los medios, Campos indicó que es allegado a la familia, por lo que atestigua que "la vida de Andrea

"A ver si pese a esta circunstancia penosa el final de Andrea puede ser un poquito más dulce, un poquito más fácil; consideramos que la razón nos asiste, está de nuestra parte, y por eso queremos ser respetuosos con el procedimiento judicial".

De tal forma, el representante de la familia de Andrea ha informado de que la familia no hará más declaraciones "hasta que no se pronuncie la autoridad judicial competente", puesto que la situación "queda en manos de quien tiene que resolverlo", que "es el juez de primera instancia", al cual: "Respetamos, sabemos de su independencia, honestidad y que, en todo caso, la decisión que adopte, la familia la va a respetar".

"Es la hora de los jueces, nosotros debemos pasar a un segundo plano", zanjó el abogado a las puertas del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) en el que permanece ingresada la menor.