La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tendencias

Paredes con lenguaje propio

Los vinilos decorativos se han convertido en una de las opciones más prácticas y baratas para cambiar la cara a una estancia de la casa sin necesidad de costosas obras

Cambia la estación y apetece dar un aire nuevo a la casa. Las obras son engorrosas y costosas, así que toca buscar soluciones imaginativas y no complicadas que logren resultados espectaculares. Los vinilos decorativos adhesivos para interiores reúnen esas cualidades e incluso las superan si se opta por productos de alta calidad.

No dejan de ser unas enormes pegatinas más o menos lujosas, es cierto, pero se han convertido en una solución versátil para cualquier estancia de la casa. Hasta ahora este tipo de soluciones decorativas estaba muy enfocado a los cuartos infantiles. Ahora trascienden ese ámbito con creces y llegan al salón, al cuarto de baño y a la cocina.

Una de las cualidades de los “stickers” es la gran adherencia que logran a la pared y su facilidad para ser colocados en superficies lisas como cristal y madera. Cuando el ornamento pierde vigencia, se deteriora o simplemente cansa a sus propietarios, puede cambiarse por otro con mucha facilidad.

Para los niños existen vinilos pizarra que permiten pintar y escribir sobre ellos. De ese modo las paredes quedan a salvo de la actividad de los pequeños artistas de la casa, que no entienden de trabas a su genio creador.

Muchas personas colocan sus vinilos en cualquier pared, sin tener en cuenta si ése es el mejor lugar para su ubicación. Colocados y distribuidos de manera correcta pueden dar a cualquier ambiente un toque de elegancia. Aunque si se abusa de ellos pueden aportar el efecto contrario.

Lo primero que debe hacerse es delimitar los espacios que no necesiten ningún mueble y que por tanto están desprovistos de decoración. Animales, motivos florales y todo tipo de elementos de la naturaleza constituyen posibilidades para abordar un modo de decoración que ha llegado para quedarse.

Missoni plasma su huella en Edimburgo. El Royal Mile Hotel Edinburgh, en la histórica Royal Mile, en pleno casco antiguo de la ciudad escocesa, es una especie de pasarela de la firma italiana Missoni, que ha abordado un completo proyecto decorativo que incluye mobiliario diseñado por la propia Rosita Missoni. Con sus seis plantas de puro estilo Missoni, las ciento treinta y seis habitaciones y suites llenas de diseño pero muy funcionales ofrecen unas vistas magníficas de la ciudad. El color es la línea conductora del proyecto.

Gucci se apunta a las bailarinas. Gucci, la firma de lujo italiana dedicada al diseño y la fabricación de artículos de moda, maletas, relojes y perfumes, fundada en 1921 por el artesano Guccio Gucci en un pequeño taller de Florencia, regresa a sus orígenes y otorga de nuevo un gran protagonismo al clásico logo de la firma, con la banda azul y verde. Un ejemplo son las bailarinas de la colección de otoño, casi planas, y con las característica G por todas partes. Después de la apertura de diferentes sucursales en Italia, en 1947 apareció por primera vez el conocido símbolo de Gucci. Las diferencias entre los herederos provocaron una grave crisis para el grupo, que condujo a su venta en 1989.

Compartir el artículo

stats