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ALMUDENA OREJAS | Investigadora, habla hoy en el Arqueológico

"El oro del Noroeste era fundamental para el áureo, la moneda romana"

"Los historiadores están divididos desde hace décadas a la hora de interpretar el peso y el papel de Roma en Asturias"

Almudena Orejas.

Almudena Orejas Saco del Valle, investigadora del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC y responsable del equipo arqueológico que trabaja en los campamentos romanos situados entre Ibias y Navia de Suarna (Lugo), hablará hoy, a las siete de la tarde, en el Museo Arqueológico de Asturias, de lo que supuso la conquista de Augusto para las comunidades castreñas. Con el título "De castro a civitas", la charla se centra en un tiempo marcado por el control militar y la actividad a gran escala en las minas de oro de la región.

-¿Sin el oro del noroeste peninsular, Roma habría dejado menos impronta en Asturias?

-Es cierto que la minería del oro en el noroeste peninsular, incluido el occidente de Asturias, ha marcado profundamente los paisajes, pero también lo es que el dominio de Roma se extendió sobre todas las tierras conquistadas y alteró radicalmente las formas de ocupar el espacio y de explotar los recursos, tanto mineros como agrarios o pesqueros.

-¿El Chao Samartín es un ejemplo claro de ese cambio?

-El Chao Samartín encierra un caudal riquísimo de información, con una secuencia de ocupación larga que muestra esos drásticos cambios provocados por Roma. La domus, en el corazón del antiguo castro, es una imagen muy elocuente. Las investigaciones en torno al Chao y el conjunto de la cuenca del Navia son, sin duda, un proyecto de futuro.

-¿Qué implica la transformación de castro indígena en civitas romana?

-La civitas es una estructura organizativa plenamente romana, supone una manera de ordenar los territorios y de fijar a las poblaciones coherente con los intereses de Roma. Se convirtió además en una unidad fiscal. La imposición de las civitates supuso la destrucción de las relaciones sociales y territoriales que habían caracterizado a las comunidades castreñas prerromanas.

-También habrán aportado algo bueno.

-Es indudable que Roma, tras un proceso, sin duda traumático, de conquista y sometimiento empezó a difundir prácticas y rasgos culturales, que fueron sobre todo asumidos tempranamente por los grupos de poder locales, los poblados que adoptaron patrones constructivos y decorativos romanos, las inscripciones, los cultos y rituales, el empleo del latín?

-¿Asturias estuvo más romanizada de lo que se creía?

-Los investigadores han estado desde hace décadas divididos a la hora de interpretar el peso y el papel del dominio romano en Asturias. Hoy, el término de "romanización" es muy discutido en general, por su escasa capacidad para explicar un proceso que fue complejo y cambiante, entre otras cosas porque el contacto de Roma con comunidades indígenas se extendió durante varios siglos y por tres continentes. Las tierras que entonces se denominaron Asturica, a ambos lados de la cordillera Cantábrica, quedaron plenamente incorporadas al dominio de Roma bajo el gobierno de Augusto, y desde entonces las comunidades indígenas se ven obligadas a organizarse según las pautas impuestas por Roma y a plegarse a sus intereses. Dentro de esos márgenes conservaron cierta autonomía.

-Pero perdieron su forma de vida anterior.

-Como ocurrió en otras muchas zonas del imperio, las comunidades locales mantuvieron algunas prácticas propias (fabricación de útiles y recipientes, construcción de viviendas), que han sido interpretadas como prueba de una "romanización débil o superficial". Nada tiene de extraño que elementos plenamente indígenas se sigan empleando, lo relevante es que se hace en un contexto radicalmente distinto.

-¿Las minas de oro asturianas fueron un aporte de riqueza tan importante para Roma?

-Las minas de oro asturianas forman parte de una gran región aurífera que ocupa todo el cuadrante noroccidental de la península Ibérica, desde el Tajo hasta el Cantábrico. Son centenares las labores mineras documentadas y sin duda quedan muchas por inventariar. El oro tuvo para el Estado romano un valor estratégico, ya que necesitaba controlar su producción para garantizar la acuñación de su moneda de oro, el áureo.

-¿Qué conclusiones puede avanzar de las excavaciones de los últimos años en los campamentos romanos de Ibias?

-Hemos caracterizado morfológicamente los enclaves de A Granda das Xarras y A Recacha. Lo más interesante es la ocasión de documentarlos con metodología arqueológica y efectuar una serie de muestreos. Últimamente proliferan las noticias sobre identificación de nuevos campamentos, pero lo importante no es poner puntos en un mapa, sino entender cómo se produjo el proceso de dominación por parte de Roma, y eso va mucho más allá de los episodios bélicos.

-¿Qué aportan en ese sentido ambos campamentos?

-Están situados en el límite de Ibias con Candín, León y Navia de Suarna (Lugo) y forman parte de una estrategia de control de un territorio que en seguida fue importante para Roma en dos sentidos, por la existencia de yacimientos auríferos y para el establecimiento de ejes de comunicación Sur-Norte. Nuestro proyecto incide particularmente en la minería del oro romana en la cuenca alta del Navia-Ibias y el valle de Ancares. Estamos obteniendo resultados muy interesantes.

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