La iglesia Santa Bárbara de Coruño se eleva en el polígono de Asipo, en Llanera, por encima de todos los edificios industriales. Y por allí reapareció ayer por la noche Drácula, en homenaje, revisión y "acercamiento a la sociedad", dijo la directora de la Fundación, Teresa Sanjurjo, del premio "Princesa de Asturias" de las Artes, Francis Ford Coppola.

La iglesia de Coruño detuvo por un día su "actividad skater" para dar paso a "Drácula de Bram Stoker" en un ambiente oscuro, "draculiano". La capilla se hacía visible a lo lejos con tenues pero a la vez impresionantes luces de color rojo (rojo terror) que se repartían por la última rendija del pequeño templo. La escenografía nocturna de Llanera y su iglesia se completaban con innumerables detalles muy originales, vistosos, muy logrados, que empezaban por el servicio de "bloody mary" a la entrada. Frente al célebre cóctel, otro servicio, en este caso de pequeñas cazuelas con sopas de ajo: había que asustar al "chupa sangre" y nada mejor que ese olor a ajo (estupendos cócteles y sabrosas sopas, por cierto) para espantar vampiros.

Es decir, la recreación era que ni pintada por el propio Coppola, cuyo nombre en luz de neón presidía la entrada. Hay que sumar el forrado en blanco de los asientos y las mantas que la Fundación tenía listas por si había que eliminar los fríos del edificio.

A vuelta de iglesia, en la oscuridad más absoluta, se hacía el "light-painting", ese mecanismo que con las luces va "pintando la foto" (la herramienta era en el mismo rojo que adornaba la iglesia). La gente guardaba cola para plasmar su momento "Drácula", a la espera de que una vez bien "pintada" la foto se la imprimieran como recuerdo.

Un sistema que también dio su toque de misterio y cuyas fotos se entregaban con sus protagonistas rodeados de motivos "draculianos" "pintados" con la luz.

Es decir, una recreación previa muy a tono con el filme del director norteamericano, que ayer inauguró junto "Peggy Sue se casó" (proyectada en el cine Felgueroso de Langreo) el ciclo "Coppola portátil", organizado por la Fundación. Fueron los dos primeros actos de los premios "Princesa de Asturias" 2015.

Una vez resuelto todo el montaje comenzaron los preparativos para las proyecciones, dos con 80 personas en cada una de ellas, "récord de los Premios", explicó Sanjurjo, ya que las localidades se acabaron en minutos.

El filme esperaba en la pantalla situada en el antiguo altar. Pantalla fija con el rótulo nítido del título del filme, el nombre de su director y la leyenda "Semana de los Premios".

Una vez en este punto, el corresponsal de LA NUEVA ESPAÑA en Siero Cristian Franco hizo una brillante presentación de "Drácula de Bram Stoker". Presentación ágil, entretenida y que, de paso, regaló unos cuantos datos de interés para cualquier cinéfilo. "'Ha sido un éxito y me ha salvado la vida'". Francis Ford Coppola escribió este expresivo comentario en su diario personal el 19 de noviembre de 1992. Aquel día, el cineasta, de vacaciones en Guatemala, había recibido las primeras cifras oficiales de la taquilla cosechada por 'Drácula, de Bram Stoker', en su primer fin de semana en cartelera: 31,5 millones de dólares. En los meses siguientes, el filme recaudaría más de 215 millones de dólares en todo el mundo". Así comenzó Cristian Franco su exposición, que fue enlazando con la obra y la vida del cineasta, con sus películas maestras, sus fracasos ruinosos o sus trabajos televisivos para salir del paso.

Así pues, todo estaba listo para que la imagen, la palabra, la película, en fin, culminara ese ambiente "draculiano" en Coruño, una iglesia que ya entró en la historia de Coppola.