El papa Francisco sorprendió ayer a los asistentes a la audiencia general de los miércoles, en la Plaza de San Pedro, pidiendo públicamente "perdón" por los "escándalos" sucedidos en Roma y en el Vaticano, sin precisar a cuáles se refería. "En nombre de la Iglesia quiero pediros perdón por los escándalos que se han producido en Roma y en el Vaticano. Os pido perdón", dijo el pontífice antes de leer el discurso que tenía preparado para los fieles congregados.

Francisco mostró un semblante preocupado y lenta y seriamente pronunció esas palabras, después de decir: "Sé que Jesús es realista y es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay del hombre que causa el escándalo!".

La prensa italiana interpretó que el Papa se refería tanto a los casos de pederastia como a el malestar creada en el Vaticano después de la filtración de una carta supuestamente firmada por 13 cardenales en la que criticaban la metodología de la reunión de los obispos sobre la familia.

Federico Lombardi, jefe de prensa del Vaticano, precisó que los escándalos en Roma y en el Vaticano se referían a "hombres de iglesia" y no a políticos. Otros expertos vaticanistas apuntan a que el Papa se refería al prelado polaco Krzysztof Charamsa, que trabajaba dentro del Vaticano en la Congregación para la Doctrina de la Fe y era secretario adjunto de la Comisión Teológica y que antes de que diera comienzo el Sínodo declaró su homosexualidad y presentó a su pareja. También se habla de una carta firmada por más de 100 fieles de la parroquia de Santa Teresa de Ávila en Roma en la que denunciaban la presencia en locales gais y de prostitución de la zona de un sacerdote.