Las bioquímicas Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, galardonadas con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2015, han inaugurado hoy en el Campo de San Francisco de Oviedo una exposición didáctica denominada "Editando el genoma".

La muestra, compuesta por grandes paneles instalados en el céntrico parque ovetense, incluye una serie de dibujos representativos junto con explicaciones sobre los avances científicos en la investigación del genoma.

La exposición hace especial hincapié en la revolución que ha supuesto la técnica denominada CRISPR-Cas9, que actúa como una tijera molecular para cortar y sustituir con gran precisión letras de ADN, y en cuya aplicación han sido pioneras estas bioquímicas.

Esta tecnología, que está considerada como uno de los hallazgos biotecnológicos más importantes del siglo, ha supuesto un gran avance en terapias genéticas y tratamientos médicos, y ya ha sido aplicada para alterar células cancerosas para que sean más sensibles a la quimioterapia, cortar el VIH o crear trigo resistente a enfermedades.

La muestra incide en que las investigaciones de estas dos bioquímicas "cambiaron para siempre el curso de la medicina" gracias al desarrollo de esta técnica que permite cortar fragmentos de ADN defectuoso y reemplazarlo por un sano "con exquisita precisión".

Se trata de "una grandes revoluciones biotecnológicas" del presente siglo, que tiene un "gran potencial" en el tratamiento de numerosas enfermedades de origen genético al permitir reemplazar los genes "erróneos" que las provocan.

Por ejemplo, se estudia la posibilidad de corregir las alteraciones genéticas asociadas al Síndrome de Down durante las fases tempranas del embarazo, e incluso podría ser la clave para la cura definitiva del VIH, según reputados virólogos como Kamel khalili.

Asimismo, el Premio Nobel de Medicina 2006, Craig Mello, considera que esta técnica supondrá un gran avance en la lucha contra el cáncer.

También podría tener importantes aplicaciones en el tratamiento de la obesidad o en el cultivo de transgénicos para modificar el arroz o el maíz y hacerlos más resistentes a plagas y sin efectos secundarios.