Uno de los momentos más destacables de la historia de Colombres fue la visita del televisivo Carlos I en septiembre de 1517 en la víspera de San Miguel. Muy posiblemente aquel acontecimiento tuvo su causa, sencillamente, en que la distancia entre Llanes y San Vicente de la Barquera era lo suficientemente larga como para poder realizarse en una sola jornada con el séquito propio de un rey, teniendo en cuenta además el inconveniente que suponía cruzar el río Deva, sin puentes. Mañana de nuevo un monarca, el actual Felipe VI, casi cinco siglos después que su antecesor, visitará Colombres y con dicha visita Ribadedeva volverá a escribir otra de las páginas más brillantes de su historia. El motivo de la visita no es otro que entregar el premio Pueblo ejemplar, que si nos atenemos a las razones esgrimidas por el jurado no pertenece sólo a Colombres sino que pertenece también a todo el movimiento asociativo de Ribadedeva y muy especialmente al Archivo de Indianos y a todo el colectivo de emigrantes asturianos.

El Colombres que se encontró Carlos I dista mucho del que se va a encontrar Felipe VI desde un punto de vista físico, puesto que es en la actualidad una villa moderna que cuenta con todos los servicios, un hermoso pueblo que ha sabido conservar con orgullo el legado de sus emigrantes enriquecidos en forma de exuberantes casonas y de otros proyectos de interés general que éstos edificaron, pero aunque su fisonomía urbana ha cambiado de una forma más que notable, lo que no ha cambiado para nada es la parte emocional de la visita. Carlos I se encontró con un pueblo entregado que le dedicó emocionados festejos y Felipe VI disfrutará igualmente de una población entusiasmada que le mostrará lo más importante de su folclore, a través de la "Reverencia", así como sus casonas indianas, el Ayuntamiento, la iglesia y el Archivo. Igualmente festejaremos su presencia con una nueva feria de indianos que no es, ni más ni menos, que un homenaje anual que dedica toda la sociedad de Ribadedeva a los emigrantes, los que tuvieron éxito y volvieron con ganas de cambiar sus pueblos y acabar con aquellas causas que les obligaron a emigrar y también, cómo no, a los que quedaron en el camino.

Ribadedeva los recuerda a todos y los homenajea cada año el segundo fin de semana de julio con una feria que pretende estrechar lazos culturales con los países de acogida de aquellos emigrantes. Ya está todo preparado para la visita del rey, puesto que desde que se conoció la concesión del galardón se constituyó una comisión con representación municipal y asociativa que ha estado trabajando sin descanso con la intención de hacer el encuentro lo más participativo y completo posible. Este premio nos proporcionará sin duda un impulso turístico importante, pero lo mejor de todo es que ha hecho renacer un sentimiento de cohesión identitario. Mañana trasladaré como alcalde al Monarca el respeto y admiración de todo Ribadedeva y le cederé con sumo gusto y lealtad, como alcalde de toda España que es, el bastón de mando que me concedieron los vecinos en mayo a través de las urnas, bastón que siempre detento con la humildad de un servidor público. Bienvenidas sean Sus Majestades.